ENRIQUE CADICAMO: VIDA Y OBRA
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Tango incesante

(Tangos de Carrizo Pacheco)


BREVE ESTUDIO PRELIMINAR

Introducción:

El tango, ese idioma del alma que nació entre el arrabal y la bohemia, ha sido desde sus orígenes una forma de pensar la vida con música. En sus letras se cruzan la filosofía popular, la poesía urbana, la memoria afectiva y la crítica existencial. Desde los versos afamados de Cadícamo, Manzi, Discépolo y Cátulo Castillo, hasta las metáforas lunfardas de Celedonio Flores o la melancolía metafísica de Homero Expósito, el tango ha sabido decir lo que otros géneros apenas insinúan.

En Tango incesante, Ariel Carrizo Pacheco recoge esa herencia con respeto y la proyecta hacia el futuro con audacia. Sus letras y melodías no son imitaciones ni homenajes: son continuaciones vivas, resonancias nuevas, tangos que nacen del presente pero que dialogan con el ayer. Como Horacio Ferrer en su tiempo, Ariel no teme mezclar lo lírico con lo filosófico, lo cotidiano con lo cósmico. Y se atreve a hablar desde la autenticidad sin perder la musicalidad. No sólo escribe tangos: los piensa, los transforma, los proyecta. Y lo hace desde una herencia viva, porque conoció y trató personalmente a Cadícamo desde los doce años, siendo su admirador y joven discípulo. Su obra no imita: continúa. No repite: transforma. Y en esa transformación, el tango se vuelve incesante. Su vínculo con Cadícamo no es sólo biográfico: es estético, espiritual, creativo. 

Características poéticas

Pero lo que distingue a esta obra es su amplitud temática y su profundidad simbólica. Aquí hay tangos que reflexionan sobre el tiempo (“Un eco triste del ayer”), sobre la identidad (“Zapateando”), sobre el amor y el desamor (“Un amor”“Me alejo”), sobre la muerte (“Una muerte húmeda”), y sobre la injusticia social (“Semejantes”“La vida me quiere matar”). Cada letra es un universo, una escena, una confesión que se vuelve colectiva.

  • Hay una melancolía luminosa que atraviesa todos los tangos, incluso los más sombríos. Nunca caen en el lamento vacío, sino que elevan la tristeza a reflexión.

  • El uso de imágenes nocturnas, lunas, cafés, calles empedradas y relojes, crea un universo visual y sonoro que es profundamente porteño, pero también universal.

  • “Pasajeros” y “Semejantes” son casi manifiestos existenciales: cuestionan el sentido de la vida, la injusticia, la segregación, y lo hacen con una voz que no sermonea, sino que invita a pensar.

  • “Rumbo mío” y “Viendo el desliz del tiempo” son introspectivos, con una mirada que se posa sobre el tiempo como un río que arrastra y revela.

  • La métrica está cuidadosamente trabajada, con versos que fluyen como melodías. Se nota su oído de compositor: hay ritmo, cadencia, y espacio para la interpretación vocal.


Conclusión:

Las letras de Tango incesante, sin dejar de ser afines a los lineaminetos clásicos del género, aportan a su vez una riqueza poética argumentada novedosa y atemporal. En este sentido, Ariel se inscribe también en la corriente de los poetas contemporáneos del tango, que siguen escribiendo con pasión y compromiso, formando parte de una generación que demuestra que el género musical porteño no ha muerto, sino que se reinventa.

Carrizo Pacheco se suma a este linaje con una voz propia, que se distingue por su riqueza simbólica, su precisión métrica, y su capacidad de unir lo íntimo con lo universal. En versos como éste: “Soy como un bostezo lento que quedó / cortado por efecto del café” o “La humedad es de la historia, / de su pretérito añoso, / el aliento sudoroso / que lubrica la memoria...”, se percibe una sensibilidad que no teme la oscuridad, pero que la ilumina con belleza.

Este conjunto es un testimonio de una voz que posee la capacidad de entrelazar música, palabra e imagen con una sensibilidad que honra al tango y lo proyecta hacia nuevas dimensiones. 

Tango incesante es un testimonio de época, una obra que puede ser cantada, recitada, bailada o leída en silencio. Es un muestrario de cien piezas porteñas, que dejan la promesa de una venidera revelación de otros centenares de temas que aún descansan en el archivo del poeta. Es tango en estado de pensamiento, tango como arte total. Y como toda gran obra, deja abierta la puerta a nuevas interpretaciones, a futuras versiones, a otras formas de decir lo mismo: que el tango sigue vivo, latiendo en cada verso que Ariel nos regala con generosidad y maestría.
 

 

*     *     * 

 

LOS CONTINUADORES TANGOS DE CARRIZO PACHECO


 

Introducción


Desde sus orígenes marginales y criollos hasta su consagración como símbolo identitario de la cultura rioplatense, el tango ha sido una expresión poética de la ciudad, el amor, la pérdida y la nostalgia. En su evolución, ha dado cabida a figuras que marcaron su desarrollo lírico —como Enrique Santos Discépolo, Homero Manzi, y Enrique Cadícamo— hasta llegar al siglo XXI, donde el tango, aunque desplazado del centro de la industria musical, sobrevive como arte vivo en nuevas plumas que honran la tradición sin dejar de renovarla.

Entre esas voces contemporáneas, Ariel Carrizo Pacheco emerge como un autor comprometido con la lírica tanguera, tanto desde la fidelidad formal como desde una mirada moderna, introspectiva y filosófica. Su obra explora los tópicos del tango clásico —el exilio, la pérdida, la ciudad, la identidad— pero los proyecta hacia una dimensión reflexiva, casi metafísica, que amplía las fronteras del género.




Las temáticas del tango contemporáneo: Carrizo Pacheco como caso paradigmático


Los tangos de Carrizo Pacheco no eluden los grandes temas tradicionales, pero los abordan desde un yo lírico más introspectivo, existencial y universal. La herida amorosa, el desarraigo geográfico, el paso del tiempo y la palabra como memoria son núcleos semánticos recurrentes.

En “Mi agonía en Barcelona”, el hablante evoca un exilio emocional que, si bien geográficamente se localiza en Europa, remite a la clásica sensación de extrañamiento y pérdida de sentido del tango urbano. La ciudad extranjera no es lugar de reencuentro sino de anulación de identidad, como se refleja en los versos:

“Vivir en Barcelona es distensión, / pero aquí solo soy un fantasmal / reflejo inverso de quien supe ser…”

Este tratamiento del desarraigo rompe con el exilio político o económico para proponer un exilio del alma, un destierro sentimental que se narra con la cadencia dramática del tango, pero en clave más existencialista.

Por su parte, en “Serás feliz”, Carrizo Pacheco introduce una dimensión menos habitual en el tango: la esperanza. El poema es una exhortación compasiva a un otro herido. Aunque el dolor no desaparece, la redención surge como posibilidad real:

“Tomá mi mano impregnada de cielo (…) Serás feliz, pasó tu cruz...”

Este gesto lírico recupera una ética humanista que renueva el tradicional cinismo tanguero.




Estilo y poética: entre lo clásico y lo innovador


Las letras de Carrizo Pacheco evidencian un dominio técnico que va desde el uso de formas métricas tradicionales (estrofas regulares, bis, rimas consonantes) hasta una elaboración de imágenes poéticas complejas pero accesibles.

En “Ideas tangueadas”, por ejemplo, se interroga sobre el lenguaje, la fugacidad de la palabra y el devenir del tiempo:

“Estas estrofas se perderán / en desmemorias y nieblas sin / rumbo alcanzable porque ya están / predestinadas al desvaír... ”

Aquí el tango se vuelve metapoesía, una reflexión sobre la memoria, el olvido y la finitud, escrita con un tono pausado y meditativo. Esto contrasta con el tono más testimonial o narrativo de muchos tangos clásicos, y conecta con una sensibilidad más cercana al lector contemporáneo.

En “Marcas de tango”, Carrizo Pacheco desarrolla una verdadera poética del tango como destino personal y colectivo. El género no es solo música o baile, sino una fuerza identitaria:

“Tango, forjás mi destino; / tu historia a mi vida se unió en un abrazo....”

La música aquí no es solo compañía: es fundamento de la experiencia, de la memoria, incluso de la trascendencia.



La ciudad como raíz y proyección


El tango siempre ha sido la voz de una ciudad: Buenos Aires. Carrizo Pacheco retoma esa tradición pero la expande con nuevas miradas. En “Buenos Aires 2007”, la ciudad aparece como espacio sagrado de origen y pertenencia:

“Debe tener cada vida / un escenario signado; / por mi suerte agradecida / Buenos Aires me ha tocado.”

No se idealiza la ciudad, pero sí se la asume como núcleo identitario irrenunciable, incluso frente a la posibilidad de la muerte en tierras lejanas:

“dejaría mi pellejo / volando al cielo porteño”

Buenos Aires, en su obra, no es solo escenario, sino personaje, destino y consuelo. Es lo que queda cuando todo se ha perdido.



Conclusión


La obra de Ariel Carrizo Pacheco permite observar cómo el tango, lejos de haberse fosilizado, mantiene una vitalidad estética y expresiva en la contemporaneidad. Desde una postura respetuosa de las formas clásicas pero con mirada moderna, sus letras devuelven al tango su capacidad de hablar del presente: del dolor actual, del amor contemporáneo, de la soledad urbana, del tiempo que corre.

Carrizo Pacheco no imita; dialoga. No repite fórmulas; las resignifica. Su tango no es solo incesante por la cantidad de composiciones que ha creado, sino por su intención de persistir como acto poético y cultural, como vehículo de la emoción pensada y del pensamiento emocionado.

En un siglo donde la inmediatez y el desarraigo tienden a dominar el arte, la obra de Carrizo Pacheco representa un acto de resistencia serena: escribir tangos que sigan hablando de nosotros, aún cuando creamos haber dejado de escucharlos.


*      *     * 


PASAJEROS

(Tango)

 
I

Vas a ver que el final calmo espera

que te canses de andar…

Notarás que lo cierto es quimera

que ha sabido engañar…

No hay camino capaz de alejarnos

del postrero partir.

Es la vida una trampa

que al nacer nos tendieron

para hacernos morir…


II
 

Pasajeros que no saben cuánto durará

este viaje sin sentido, somos nada más.

Hay que hallar entre injusticias un rumbo feliz.

¿Qué otra cosa ya nos queda más que resistir?

Intentemos superar lo que ha quedado atrás.

¡Que podamos esquivar obrando bien el cruento mal!

El futuro igual que ayer

es una cuestión de fe;

una luz dentro de un sueño que se olvida de nacer…

Pasajeros, somos sí,

y tenemos que seguir

hasta que el destino selle nuestro fin.

 
I bis

Sentirás que los años son piedras

de un pesado acarrear…

Somos muros que invaden las hiedras

de asfixiante luchar…

Somos frutos fugaces del mundo,

de cortada raíz.

Es la vida una fuerte

 atracción de la muerte

que nos quiere derruir…


Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

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POR LA NOCTURNA RIBERA

(Tango)

I

Una noche de cenizas

hay tras la tarde incendiada,

por eso es que mi mirada

si vuela se hace más gris,

negruzca, hastiada de hollín

y ausente hasta de mi cara.

 

Por esta Vuelta de Rocha

voy caminando derecho…

Poso mi diestra en mi pecho

y el zurdo da extraño son,

tal vez por tomar alcohol

antes de andar estos trechos.

 

II

Un petrolífero olor

viene del agua estancada.

Con piel ya descascarada

los rotos barcos nos pintan

paisajes tiesos que lindan

con fantasmal marejada.

 

De altos metales del puente

cuelgan las almas de muertos

marinos, que unieron puertos

con esas embarcaciones,

cual guardavidas de amores

que ahogaron olas del tiempo.

 

I Bis

Pararé cuando oiga un tango

dándole al viento atavío

de un clima rante y bravío

que traiga empuje vital

y ensanche mi respirar

con esos aires tan míos.

 

Es La Boca colorida

muy desteñida en las fauces

del lapso en que el sol va en cauces

que no ilumina esta luna…

Y da el Riachuelo en sus brumas

aliento para mi avance.


Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

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SUBURBIO NOCHERO

(Tango)



Reconforta mirar la noche

recubierta de luna…

Ya es de vuelta las doce

y las calles durmientes

se han teñido de brumas.

 

Me parece que está el misterio

repicando en el aire.

Un murmullo sin voces

de fricciones del tiempo

busca que el sueño amaine…

 II

Y si impulso mis pasos

hacia un trecho azaroso,

que está a tiro de lazo,

se hace un surco que esfuma

su silueta hasta la alta

“rueda de la fortuna”;

blanca ficha que juega

su suerte en tapete

bordado de estrellas.

Los destinos se arriman

a su amparo que inspira

esa paz que arde en ella…

III 

Fluyo sentimental,

solitario yo estoy,

soy testigo que va

entre la ensoñación

del tanguista arrabal.

 I Bis

Hay fachadas de casas bajas

despintadas de sombras,

y la luna le traza

al prolijo empedrado

brillos mustios que se ahondan.

 

Cuando el sol este embrujo aparte,

no veré su proscenio;

pues el pueblo pujante,

que al clarear se levanta,

lo verá como un premio.


Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco


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OTRA NOCHE DE GARÚA

(Tango, 2025)

 

I

 

La noche lanza acuáticas agujas,

ventisca espiralada, fuerte empuja.

Camino por Florida hacia Retiro;

en cada paso mi destiempo tiro.

Por mis auriculares, dando giros,

la letra y melodía de Garúa

ingresan a mi pecho y los suspiros

una neblina triste me insinúan.

 

II

 

En veinte veinticinco me conmueve

un tango que nació por los cuarenta.

Acá nomás, Cadícamo y Pichuco,

geniales, pergeñaron esta ofrenda…

El frío, las penas,

la lluvia fina hundiéndose en las sombras…

las mismas gotas en mi alma resuenan

al caer por filtraciones de mis venas.

¡Nostalgias, garúa!,

mi soledad cruzando en madrugada

con lentitud, y angustia en mi mirada

que un horizonte trágico insinúa…

 

I bis

 

La luna se ha escondido entre los tonos

negruzcos de este cielo que solloza.

Avanzo, cual cociendo cicatrices

de esta ciudad que en duelos se remoja.

Mis manos, mis mejillas se congelan,

los focos led me alumbran hoy cual velas,

no hay nadie más, yo solo me he animado

a andar bajo esta lluvia, lacerado…

 

 

 

 

Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco



 


SALDO EN ROJO
(Tango)

 I

Vuela la mirada de la noche

sobre un espiral de estrellas sueltas;

refugiado adentro de su coche

un desorientado enreda vueltas.

Viene del trasfondo de un adiós y triste va

por un solitario derrotero…

Sabe que su dicha marca cero

y el amor resta en sus cuentas;

saldo en rojo sangra ya…

 II

Otra vez la luna salió a buscar

almas padecientes

para consolarlas al derramar

sueños refulgentes.

Por el parabrisas la ve asomar

y se abstrae un poco…

pero un llanto lo hace despabilar

y se vuelve loco…

 I Bis

Años de recuerdos se amontonan

tras su frente pálida de angustia,

horas muy felices desentonan

sobre su presente de piel mustia.

Ve que en su futuro sólo hay nieblas que echa el mal,

va hacia una calleja sin salida…

Sin su gran querer muerte es su vida,

lo que tiene enfrente es choque

contra su propio final…

 Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

 

youtu.be/TIcR3w7Do-E



EVOCACIONES
(Vals tangueado)
I
Los días son como eslabones
que forman el largo pasado.
Las noches nos dan emociones
que un ángel bohemio ha soñado.

Las tardes respiran suspiros
de idílicos y agonizantes,
y en las madrugadas hay giros
de efímeros cuerpos danzantes.

II
¿Recuerdas?, reinaba el otoño,
se fueron, lo sé, muchas cosas.
Tu chal y mi elíptico moño...
instantes cual piedras preciosas...

Tus manos sembrando en el piano
las notas sutiles y aladas,
le daban un tono cercano
al gris de las cosas pasadas.
III
Dos copas trayendo espejismos,
sillones sentando penumbras...
Lo siento, no somos los mismos,
igual, con tus ojos me alumbras.

En una llovizna se ahogaba
mi afán por secar la congoja.
El tiempo puntual caminaba
y Dios daba vuelta otra hoja...


Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

youtu.be/SHBZn4ott_o






TANGO ORILLERO

(Tango. 1989)

 I

Tango argentino con sueño de barrio,
tango orillero, ¡qué bien te portás!;
tu compás se baila con clase bravía
y tu honda energía parece brillar…
Yo siempre te aguardo en cualquier esquina;
en suelo porteño no podés fallar…
al fin ya te encuentro, mi alma se eleva
y tu esencia rea me comienza a hablar...

 II

Contame, te ruego,
mi tango orillero,
contame deprisa,
no dudes ya más,
que a mi vida no le queda mucho tiempo,
en cambio tu vida jamás morirá.
Yo sé que tu estampa seguirá luciendo
tus versos sagrados y tu ritmo audaz;
vos tango, has se ser para siempre bailado,
¡por siglos cantadas tus letras serán!

 Coda final:

Yo ya estaré muerto, muerto y enterrado…
pero tu pasado al porvenir se unirá,
y tal como ayer triunfarás siendo tango,
¡un tango de rango que no expirará!


Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

 

youtu.be/HyPH8fJN2ko



NUESTRO TANGO INCESANTE
(Tango)

 I

Vienen los tangos del ayer a hablarnos
después de tanto transitar, para que broten

entre otros sones que pueden motivarnos,

semillas nuestras que por su arte bien se noten.

 

Hay tantas joyas en el gran repertorio

que adiciona y multiplica el dos por cuatro...

Sus temas sustanciosos son reservorio

de la memoria, e imprescindible sustrato.

 II

Su epicentro porteño originario

le otorgó ese profundo eclecticismo

de muy variado espectro anecdotario

que lo hace comparable con sí mismo.

 

Es tango el aire actual que respiramos

como a una luz, donde nos encontremos.

Al escucharlo el alma iluminamos;

tangueros somos y así seguiremos.

 I Bis

Aunque la muerte se ha llevado glorias,

queda el legado colosal que nos dejaron

cantores, poetas y músicos que historias

en nuestra sensibilidad nos impregnaron.

 

Y otros artistas hoy continúan dando

sus labores al tango que no cesa,

y van dejando huellas, nunca aflojando,

aunque haya quienes digan que ya no interesa...

 

 Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

youtu.be/fodgH9-eTyY







MILONGA DE AYER PARA HOY
(Milonga)

 I

Milonga es el son

que trae al latir mi agitado corazón.

Escúchenla bien

pues lleva el fluir

de un tiempo que era sostén

de ambientes sin artificios

abrumando como hoy…

Pura simpleza en la gente,

menor caudal de desquicios,

un clima más inocente,

sin tanto reír del mal.
 

II

Bailemos todos la milonga amiga

de los tamangos que quieren sentir

el ritmo que se trenza como espiga

a los vaivenes de un mejor vivir.

Bailando así la sangre en nuestras venas

va saludable en ágil transcurrir,

corriendo escapan las sombrías penas,

¡esta milonga nos va a divertir!

En patios, bajo emparrados,

en calles o en un salón;

dónde se baile no importa,

estemos bien destinados

a esta milonga que es corta,

pero honda por su emoción.


Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

youtu.be/47WvWaMdrcE




RESURGIENDO
(Tango)

 I

Llega otra mañana de aires relucientes,

trae el sol su amparo cálido y vital,

pero las neblinas de mi angustia todo envuelven;

mi mirada es sombra de un nicho invernal.

Los azules: grises, rayos de oro: lluvia;

así veo el día desde mi amargor.

Se hiela el frío en mí,

no me soporto así, el panorama que miro es dolor.

 II

Por la ventana, la esperanza quiere entrar

y yo en la cama apenas puedo respirar.

Si el tiempo me aniquila al fin, ¿quién llorará?

Me impregno en soledad y emano extenuación.

Pero voy a entibiar

mi mustio corazón,

¡voy a salir de nuevo a caminar!

Con temple volveré a vivir

sin claudicar al resistir.

Trocaré en fuerzas las debilidades

que echaré lejos de mí.

Mi nebulosa apartaré

porque si no sucumbiré,

y están pendientes sueños para concretar.

 I Bis

Nueve en punto y queda por delante un fértil

mar de viajes hacia logros por venir.

Me levanto ahora y tras los vidrios la pujanza

del afuera trae calma a mi existir.

Iré hacia la calle entre la corriente

de almas encarnadas que quieren sembrar

labores con el fin

de dar vida al jardín

de esta ancha tierra que hay que preservar.


Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

youtu.be/1jZsDPViRbw



ENCANTOS DEL VALS

(Vals)

 I

Siguen los giros del vals,

trayendo frescas brisas

de dulce intensidad,

y al salón tan fastuoso

les dan más refulgencias.

Lo que es bueno siempre perdura,

pasajeras modas no podrán llevarlo.

Es el vals un clásico ritmo

que invita al gentil danzar.

 II

Tan suave cadencia nos deja

flotando en ensueños

plácidos de luna

recostada en un mar

que embelesos perfuman…

Las parejas vamos hilando

madejas de tiempo de sedosa dicha.

No brotan aquí los letargos;

dinámico es el fluir.

 I Bis

La medianoche es total

momento muy propicio

para que siga el vals,

como en la bella Viena

que otrora he recorrido.

La elegancia aroma las vistas.

Muchas otras galas como esta nos quedan.

Únanse a notros si sienten

lo afable que es el valsear.

 
Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

youtu.be/QKNN5Zo8r_I




TRAS UNA NOCHE ESPECIAL
(Tango)

 I

Tiembla el fulgor rubio del sol

en el risueño amanecer.

Terminó el giro azul de la fiesta

y al salir cada paso nos cuesta…

Brotó el champán frío en el gran

ambiente del cálido son

que la orquesta tanguista encendía,

retumbándonos en la emoción.

 II

Otra noche destinada

al desliz de la bohemia se esfumó.

Cada estampa abrillantada

que dejó en nuestros recuerdos nos da unción

para pasar la jornada

con la magia que su influjo rutiló.

Sigue en esta retirada,

cual fiel escolta, la ensoñación.

 I Bis

Galas, fervor, lujos y amor,

baile en la pista y despistar

del aroma de diurna rutina,

tan contraria a esta esencia genuina

de diversión, ritmo y acción

que acaba de dar su final…

Pero no hay luz potente en el día

que disipe una noche especial.
 

Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

youtu.be/M38bHFyLb08


 


AL AUTOR DE
 "NOSTALGIAS"

(Tango, 1990)

 I

Nuestro tango

lleva en sus entrañas

un nombre que baña

de gloria su fama,

y junto al pueblo lo aclama

este fiel admirador.

 

Me refiero

al ser que ha creado

temas regrabados

en discos del alma,

¡choquen muy fuerte las palmas!

que es Cadícamo el valor.

 II

¡Qué talento tan excepcional!,

No se repite alguien similar.

Mucho le debo a Cadícamo

el autor genial,

de colosal caudal.

"Los mareados" y "Madame Ivonne",

jamás serán "pompas de jabón",

al igual que "el cuartedor",

"Pituca", el "compadrón",

la "callejera", "papusa", el Noy,

los "tres amigos"

y el "shusheta" que "no vendrá",

porque está "anclao en París".

 I bis

Pasa el tiempo

y quedan sus tangos

todos de alto rango,

y sabor genuino.

¡Excelso orgullo argentino,

muchas gracias por su don!

 

Por lo menos

se merecería,

por tanta poesía,

estatuas y ofrendas

con esta justa leyenda:

"al maestro, la Nación".


Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

youtu.be/prdcRT4Yzx0


RUMBO MÍO
(Tango)

I

Respiro como un fueye en noches que se inflaman

de emotividad sin fondo.

Hay agua seca entre los vientos que corean

sus ahogos de humos hondos.

Las luces ya no queman sombras;

les dan unción

que sus cegueras multiplica, fría.

De cada punto cardinal llegan misterios

que orientan lo real.

II

Llevo abandonos que nadie acompañó.

Guardo tras los ojos la visión del interior

que impregna lo que no se ha visto

ni con el aire descorrido.

En mi alma siempre un tango hay listo,

brotando son cual manantial,

nota tras nota… Fiel existo

y el rumbo mío no es casual.

I Bis

Tuve los años de un futuro refrescado

por corrientes de anchos sueños.

Me impuse metas y hacia ellas fui avanzando,

siempre con pujante empeño.

Ni en tiempo extenso es fácil darle

la concreción

a tantas altas exigencias, puestas.

Soy solamente un engranaje sin repuesto,

de un sideral total.

Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco


youtu.be/UW9RDEHlcYQ




VIENDO EL DESLIZ DEL TIEMPO

(Tango)

I

Se esfuma un recuerdo en olvidos,

el tiempo depura su andar

y un tango resuena silbado al trasluz,

cual eco de añoso rodar.

 

Esta alta ciudad fue un gran campo,

silencio, la música fue

y desde este ahora el futuro vendrá

trayéndome lo que no sé.

II

En la piel maquillada de esta calle

los pasos son un ritmado cosquillear.

Bien todo observo desde este bar porteño;

mi mesa en la vereda se me hace ideal.

Un sinnúmero efímero de sombras

y reflejos cruzaron por acá,

en el medido desliz

de lo pasado al caer

junto a la arena del sol

por un reloj sin pared.

Un día amargo me iré

como el vapor del café,

y alguien sentado en este sitio

verá otro atardecer...

I Bis

Destejen los aires vaivenes

de cuerpos y esencias que dan

sentido al transcurso del sueño fugaz,

que es este acotado existir.

 

Las hojas que caen son letras

que un poema intentan unir.

Los árboles son, en la esfera otoñal,

las vidas que hay que marchitar.

Letra y MúsicaAriel Carrizo Pacheco

youtu.be/Mq-viTgUJH4





UN AMOR DANTESCO

(Tango)

I

Perdí de golpe toda la alegría
que la ilusión de amarte me entregaba;
por más que sé que nunca has sido mía,
yo al menos, vanamente, lo intentaba.

Me has dicho, sin pudor, hace tres horas,
que con un individuo estás saliendo...
¡Con qué frialdad simplista te devoras
mi fe, que hoy sin piedad me va mordiendo!

II

Como anunciando al fin tal pesadilla
anoche mal soñé que junto a mí
con otro ibas feliz, ¡de maravilla!,
y con mucho pesar me conmoví.

Por suerte al despertar sobresaltado
con cierta luz creí que eso era incierto.
¿Cómo saber que el sueño no era errado,
y que poco después sería un muerto?

I bis

Tendré que recalar lo más campante,
con mi frustrado y fiel romanticismo,
en el infierno trágico del Dante,
ya que mi paraíso fue espejismo.

Como nuestra amistad está muy viva,
al igual que el amor que por ti siento,
vendrá mi "yo espectral" hasta "este arriba"
en pos de tu amoroso sentimiento...


Letra y MúsicaAriel Carrizo Pacheco

 

youtu.be/snnx1nE9Z8E


CUANDO CAIGA MI VIDA...
(Tango)

Cuando caiga mi vida
y se eleve ya mi alma;
cuando no me sostengan
estas piernas que alargan,
tal vez deje una huella
para que otros la borren…
y seré sólo nada
cuando nadie me nombre...

A la sombra del tiempo
voy pasando los años
con mi propio mi argumento,
esquivando los daños.
Todo el amplio futuro
está desdibujado,
pero hay algo seguro:
moriré resignado...

Cuando ya nada sienta,
cuando ya nada vea,
cuando ya nada escriba,
cuando ya nada sea,
estará concluida
mi misión en el mundo;
vivir toda una vida
e irme en medio segundo…

Letra y MúsicaAriel Carrizo Pacheco


youtu.be/hn09bJByp0U


HASTÍO

(Tango, 1997) 

 I

Sentado en el recodo

de un tango dolorido,

escucho mis latidos

en cada triste son…

 

La noche en Buenos Aires

despliega su chalina

y mi bohemia camina

rumbo al gris bodegón…

II

Sé que mi hastío me matará,

voy degustando mi paladar.

Ya no me alcanza la eternidad.

Soy un murmullo sin receptor,

un conformista sin ambición…

Si mi mirada roza una flor,

pierde su aroma y su color.
 

Lo que no di,

ya lo perdí,

y es tarde para ser feliz…

I Bis

Emergen de humedades
memorias desgastadas,
y hace mi sangre helada
temblar mi corazón.

Mis ojos de cenizas
se vuelan con el viento,
me ahogan los tormentos
de mi imaginación.


Letra y MúsicaAriel Carrizo Pacheco


youtu.be/Mce7nFk8H5s




PADECIENTE

(Tango)

 
I

 

Arrastra un yugo gris de penas

su vista que, al mirar, remueve arenas.  

Fue vil la sinrazón del mundo 

con él, en cada golpe tan rotundo. 

Presiente al avanzar, derrota;  

la ruta de su mapa ha sido rota. 

Las cosas le han salido mal, 

desde el comienzo hasta el final. 

Quería sonreír y un llanto 

lo ahoga aún tanto

con agria sal.
 

 II


Sin fuerzas da un suplicio,  

buscando redención. 

Advierte que el desquicio 

lo aproxima a un precipicio

de mortífera atracción…

Las calles se le enredan

en su osco divagar.

Los sueños que le quedan

buscan fuegos que al fin puedan

sus pesadillas quemar.

La gente que a su lado

camina siente andar

un hielo en cada nuca

con tajante zigzaguear.

El sol ya lo rechaza,

la luna le da unción

de rayos demacrados

como su corazón.

 
I bis
 
 

Cuestiones del vivir, lo matan,

cadenas largas de un pasado lo atan.

Sus ojos hacia adentro encienden

incluso a angustias que de olvidos penden.

Su esencia a hiel le oxida el alma,

sus días van al margen de la calma.

Si piensa en algo le hace un mal;

le impregna su pesar letal.

Quería ser feliz y amarga

desdicha carga

hasta el final.

 

Letra y MúsicaAriel Carrizo Pacheco





PALABRAS DE AMOR

(Tango milonga)

I


Caireles en tu vestido
dan vuelo a tus movimientos,
tus joyas le dan sentido
a brillantes pensamientos.


Tu capa es de un terciopelo,
como tus labios rojizos,
tu cuello luce un pañuelo
de suaves tonos mestizos.


II

El aire también se viste
con la luz de tu belleza.
Alegre se hace lo triste
que ve tu naturaleza.


Caminas y gira el mundo,
me esclarezco si me miras,
muy hondo se hace el segundo
que rozas cuando suspiras.


I bis

Añicos de luna llena,
perfumes del sol naciente,
recorren mi añeja pena
de tener tu amor pendiente.


Deliro aunque no merezco
acompañar tu reinado.
Todo lo que soy te ofrezco,
quiero estar siempre a tu lado.

Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco


youtu.be/dGlIF_yrvhY




LA VIDA ME QUIERE MATAR

(Tango)

 I

Señor, dígame dónde est
á
la dicha que supe tener.
Pasó como un viento que va
a donde no lo pueden ver.

Yo tuve riquezas y amor,

en salubre paz transité
y hoy soy como un cruento dolor
carente de mínima fe.

II

No es bueno que me queje así
pero ya en la mala acampé.
No bronco por lo que perdí
sino por lo que no tendré.

La vida me quiere matar:

¿será porque mal me porté?
¿o habrá intervenido el azar?
Señor, por favor, dígame.

I bis

Sin plata para la pensión,
tirado en la esquina quedé
cantando este tango tristón
sin saber muy bien para qué.

Y encima quien fuera mi sol

me da sombra con su desdén.
No tengo ni para el alcohol
que me haga creer que estoy bien...


Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

youtu.be/1czKsF7zKXU





ME ALEJO

(Tango, 2006)

I


Me alejo...

hacia otros rumbos van mis pasos;
me llevo
de nuestro amor: dicha y fracasos.
Es tuya
la libertad que te encadena...
Viví al fin tus alegrías
aunque a costa de mis penas,
total todo se acabó.

II


Vos me ocultaste

verdades malas
que me han herido más que cien balas,
y arrepentirte es una acción que no te queda;
difícilmente perdonarte pueda...
Quemaste el amor
cual blanco papel,
y hoy cortan las brisas
las negras cenizas
por tu trampa infiel.

I Bis


La vida

ya me dará buena revancha...
con llanto
me quitaré todas tus manchas
y entonces
retumbarán mis carcajadas
en el pozo de tu alma
donde giran atrapadas
hondas culpas sin perdón.


Letra y Música
Ariel Carrizo Pacheco

youtu.be/WEuHzMEXiqk




UN AMOR

(Tango, 2009)

I

Un amor

que se parece a un licor.

Un dolor

que se asemeja a un ardor…

Y aquí está mi voz

cortando el aire entre los dos.

Sombra sobre luz

me vuelca tu cruz… 

II

Dame sólo el eco de nuestro arrullo feliz

donde quedó mi alma echando profunda raíz.

Si vuelve a brotar

de un rosal su flor,

¿cómo no ha de dar

frutos nuestro amor?

Ríos de esmeraldas humectaron la verdad

que nos convidamos de mitad a otra mitad…

Uno fuimos y hoy

raspa confesar

que sin vos ya voy

hacia el peor lugar.

Volvamos a ser

lo que no debió

desaparecer

porque nos unió.

No se oxida el oro ni se opaca esta pasión,

aunque algo la cubra sigue intacta su emoción.

Todo lo que sé

tiene su razón

desde que llegué

a tu corazón…


Letra y MúsicaAriel Carrizo Pacheco


youtu.be/pOdg1-7FZ9E



 


CANCIÓN DE DESPEDIDA


Coda:

Amor,

no sé qué será de ti...

Amor,

no sé qué será de mí...

 

 Las horas de la vida siempre escapan,

 las horas de la muerte no se irán...

Que quede en esta tierra la alabanza

de esta canción de despedida

donde este amor perdurará.

No es justo terminar la vida

cuando este idilio renace día a día...

 

Cruzamos la vejez

sintiendo cada vez

más nuevas nuestras almas

dentro de vieja piel.

 
Coda:

Amor,

no sé qué será de ti...

Amor,

no sé qué será de mí...

No quedan a esta altura de los años

más ambiciones, tan sólo queda el daño 

de arrastrarse en la inclemente despedida

de dos seres que se aman

hasta el fin de sus días...

de dos seres que se aman...

hasta el fin de sus días...

 
Coda:
 

Amor,

no sé qué será de ti...

Amor,

 no sé qué será de mí...



Letra y Música
Ariel Carrizo Pacheco



youtu.be/0lyUInG4HJ4





BAILARÍN DE CAMPEONATOS

(Tango, 2019)

 I

Modo rante de tanguear
va fluctuando en el salón,
bailarín de vocación,
pasos da sin vacilar
y conduce a sus parejas
a la unión entre aire y suelo;
al girar en breve vuelo
su destreza hace brillar.

Da la noche al cabaret
un aroma de ilusión,
el compás es la atracción
que la orquesta sabe ondear.
Van las notas rebotando
del parquet al cielo raso
y se enciende en cada paso
la emoción del buen bailar.

 II

¿Quién te aparta de las pistas
que se hicieron para vos?
Cada tango calza justo
en tus huellas de varón.
Dibujás cualquier figura
con tu alta estampa elegante
y mezclás barrio y finura
en la justa proporción.

A la hora de los sueños
se hace real tu ensoñación,
y tu vida es cual milonga
que no pierde afinación.
Estás siempre a tiro y listo
para ganar campeonatos,
lo sé bien porque te he visto
destacando entre el montón...


Letra y MúsicaAriel Carrizo Pacheco


youtu.be/2dl6aOxAVyc




LISTADO SENSIBLE
(Tango)

I

Un poco de sombra,
un poco de luz,
un rayo de luna
soñando en tu cruz,
un libro escondido
en la soledad,
un nido vacío
que no ha de empollar...

Las flores gotean
su aroma a color,
las copas se estrellan
en su hondo interior,
y el canto de un ave
acalla lo atroz,
envuelve en ternuras
mi ilusa ilusión.

II

No puedo alcanzar
lo que ya no está,
no puedo aquietar
el tiempo que va.
Pensaba que nunca
podría cantar
matices tan sordos
de autenticidad.

I bis

Un trueno de plata
que sale del sol,
el cielo que encierra
un puño de Dios,
lo eterno adherido
al son de un reloj,
el humo de un claro
trasfondo de amor.

El rictus que troca
la faz de un histrión,
la fría mirada
sobre la emoción.
El último paso
hacia la quietud,
lo cruel del ocaso
en la juventud…

Letra y MúsicaAriel Carrizo Pacheco

youtu.be/bU0x8op6vJI




ECOS PORTEÑOS

(Tango)


I



Dejo en mi voz

el resonar

de mi expresión emocional.

Eco en el aire,

traslúcida sangre,

clamor o rumor

yendo al azar.

Calles de luz

dando humedad

a la quietud

que ve hacia atrás.

Vuelco del Sur

sobre el final

de un paso en cruz

de esta ciudad.


II

 

¡Qué buenos son aires al sol

donde mis cuerdas anudaron su dicción!

En el revoque de cada pared

se halla una trama que hay en mi ser.

Porteño don de hallar telón

bello a sucesos que el asfalto presintió.

Quedan mis pasos latiendo sin mí,

sobre este suelo, que es mi raíz.


I bis

 

Aquí nací

y he de morir

dentro de mil

años o más,

cuando no quede

ni un ápice leve

de rastros que di

al transitar.

¡Cuánto pasé!,

¡cuánto vendrá!

entre un dulzor

agrio de sal.

¿Qué más diré

para acallar

lo que soñé

en mi ciudad?


Letra y músicaAriel Carrizo Pacheco


youtu.be/YeDyGbXGrPo



NO TE PIERDAS

 (Tango, 1993) 

I 

Si pensás que hay un vaso

perfumado con vino

en tu mano derecha

pa´ aliviar tu dolor,

olvidate te digo:

no te cambia el destino

si bebés tu fracaso

sin sentirle el sabor. 

II

No te pierdas compadre

en la mala bebida.

No te tires al pozo

de la desolación;

aunque el mundo te amargue

no abandones la vida,

no te angusties por culpa

de la gente perdida

como vos entre el clima

de algún gris bodegón.

I Bis

Vos sabés por los tangos

que hay que ser bien genuino,

que no sirven las copas

pa ocultar la emoción…

Destapá tu silencio

como al corcho del vino

y verás que tus penas

ya no tienen razón.
 


Letra y MúsicaAriel Carrizo Pacheco



youtu.be/zVDhnszhjfM



SEMEJANTES

(Tango)


I

 

Creíste ser como uno más 

y aparte hoy te sentís en la habitualidad.

Creíste ser alguien común,

y dicen que tu esencia irradia extraña luz.

Al transitar tu soledad

se ahonda tu mundo interior

con tu pura autenticidad.

Tu vida es tu propia invención

 y nadie la puede imitar,

resuena en vos mismo tu voz

mirando muy triste este mundo

de degradación…

 
II
 

Una balanza siniestra sopesa

 personalidades que hacen separar

con fundamentos falaces que esgrimen

criterios sociales que deben cambiar.

Todos tenemos nuestras diferencias,

no tiene un igual ni un severo censor.

Si una es la tierra, ¿por qué sobre ella

existen excusas de segregación?

Cada ser vivo del mundo es distinto

¿quién puede subirse a tan alto escalón

para juzgar quiénes son los extraños,

por varios motivos, cual credo o color?

Sembrando el odio se alzaron desgracias

que nunca debieron llegar a existir.

En paz evitemos el mal de atropellos

de ideas absurdas que hay que resistir.


Letra y MúsicaAriel Carrizo Pacheco


youtu.be/9VuPBhvZU1Q



 

 

 AQUELLAS NOCHES DEL ´20   

(Tango, 1991)


 I

Aquellas fiestas floridas,

aquellas noches del veinte,

donde quedaban prendidas

las almas en el ambiente…

 

El bello Palais de Glace

y el fino Armenonville…

Tiempo de vida veraz,

talló el tango tu perfil. 

 

II 

 

Entre el champán que corría

la juventud celebraba

esas ricas melodías

que la orquesta interpretaba.

 

Las damas y caballeros

en esas noches inquietas,

eran buenos milongueros

zamarreando sus siluetas.


I Bis 

 

Aventuras de la noche

que la luna elucubraba…

años locos de derroche

que la bohemia devoraba.

 

Aquello no ha de volver;

la muerte se lo llevó.

Sólo los tangos de ayer

lo eternizan con su voz.


Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

 


youtu.be/DrG_7ARXLbc

 



 MI AGONÍA EN BARCELONA

(Tango, 2008)



I

 Despinta el silencio la espesura de un clamor
ya extinto por la desesperanza.
Se va otra mañana que al verme envejeció,
triste, por más que disimule con su sol.
La ausencia es lo que está más presente
en mi soledad espiritual,
y mis ojos derramados son
en reveses del mirar.
Me secó la sangre tanto amor
destinado a un fin letal.


II

Vivir en Barcelona es distensión,
pero aquí solo soy un fantasmal
reflejo inverso de quien supe ser
cuando era dulce mi amplio transitar.
De Buenos Aires vine y encontré
a quien decía que en mí descubrió
al ser que quiso siempre conocer…
Fuimos dichosos, pero me dejó…

I bis

Se ha ido, de pronto, sin motivos aclarar,
dejando una flor sobre mis libros.
Yendo por la Rambla, suspiro y se me va
mi alma, helada como neblina invernal.
Agosto contrasta con mi angustia;
del clima no siento calidez.
El pasado duele porque está
donde no hay ni habrá un volver.
Ya ingresé en mi atroz agonizar;
sólo resta perecer…

Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

 

PASEO POR BELGRANO

(Tango)

 

I

 

Barrancas de Belgrano,

es tarde de verano,

hay tangos en su glorieta central

y bailan las parejas,

los fueyes dan sus quejas

que llegan hasta el barrio oriental.

Dejando ya este banco

mi caminata arranco

con rumbo a Juramento y más allá…

Detrás, andenes altos,

empedrados y asfaltos,

verdor que a la mirada calma da.

Y voy hacia el Larreta,

a su jardín no falto,

la vuelta se completa

por sus salones que

destilan tanto arte

que de allí nunca parte

el eco de la esencia

de quien en sus espejos

a sí mismo se ve.

 

II

 

Enfrente la redonda

iglesia inmaculada,

bendice la azulada

paz de su alrededor.

Camino hacia Cabildo,

de pronto ya me tildo

observando un detalle

de algo conmovedor.

Y al llegar a la esquina

famosa, los comercios

(que antes no eran ni un tercio)

la bienvenida dan

a cada transeúnte

que ingrese y que pregunte

por cosas que quisiera

con premura comprar.



Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco



SERÁS FELIZ


(Tango) 

 I

 

Pasás cada día raspándote contra el silencio.

las sombras y el seco vacío de tu soledad.

Tu alma brotando amargura es un drástico cencio.

Te abruma una aciaga razón

sangrándote en tu corazón.

Tu llanto requiebra hasta el aire

que ha petrificado tu respiración…

 

 II

 

Tomá mi mano,

impregnada de cielo,

sol muy resplandeciente,

brisa fresca de paz.

Dejá el pasado

cruel que te ha lastimado,

en el más frío olvido,

y proseguí vivaz.

Ya terminó el tiempo del desamor,

por tu destino ha reptado

con saña vil,

pero servil

ahora te besa la luz.

Serás feliz,

pasó tu cruz,

¡retoñará tu raíz!



Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

 LA NOCHE

(Tango)

I


La noche en este día
es una herida en alza
vertiendo en las miradas
sus aires carboneros.
La noche es como el fondo
de ideas estrelladas,
que marca en cada errante
los rumbos verdaderos.

II


La noche es una copa
de añejo vino turbio
que bebe algún poeta
en sorbos de locuras.
La noche es la reseña
del Tiempo más completa,
trayendo hasta la Tierra
sapiencias de alas puras.

I bis


La noche es el dominio
del aire rebelado,
la noche es el desnudo
que en rayos mal se viste,
la noche es más cerrada
que el más forzado nudo,
la noche es una sombra
de lo que ya no existe...


Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

 HAGO OTRO TANGO

(Tango)

 

I

 

Cae una palabra

en mi pecho y es

chispa que me enciende

para pronto hacer

una letra en versos

que alce bien la voz,

para que hable incluso

cuando calle yo.

Y le ciño un traje

de porteño son,

porque he decidido

que será canción;

incesante Tango

en mi corazón,

late diariamente

con delectación.

 

II

 

Y aunque oiga este tango solamente yo,

existe y es esa mi satisfacción.

Nunca he especulado con la difusión,

exclusivas obras guardo en mi interior.

¿Y a mí qué me importa que oigan reguetón,

cumbia, rock, urbano, bachata o hip hop?

Esos ritmos, claro que los puedo hacer,

pero el tango gira en mi alma, siempre fiel.

Dos por cuatro es ocho; infinito al fin,

letras centenarias siguen vivas, ¡sí!

Hace un siglo Enrique, Pompas escribió,

lo estrenó el Morocho, ¡triunfó y perduró!:

un cantor muy joven, ayer lo grabó.

 

I bis

 

Tengo medio siglo

pero el tango en mí

late desde pibe

porque comprendí

que no hay con qué darle,

no hay comparación,

¡qué profundas letras,

qué ritmo y color!

El tango es legado

que hay que respetar,

y también futuro

que hay que prolongar.

Nunca busqué plata

a su amparo, ¡no!;

por sentirlo tanto

¡ya me enriqueció!

 

Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco


BARRIALES AÑORANZAS

(Tango)

 

I

 

Barrio que en los años

fue forjando buena gente,

barrio hecho de calles,

casas bajas y corrientes

de vientos salobres,

de un vecindario que siente

esa pertenencia

que los une, simplemente.


II

Barrio solidario

del banco en la puerta,

de fiesta en la calle

cuando otro año empieza.

De chicos pasando

con sus bicicletas

o a los pelotazos

en tarde de siesta.

Barrio del humito

de asado en domingos,

de los ambulantes

que al pasar dan silbos.

De rejas abiertas,

jardines floridos,

en los fondos, huertas

y en los techos, nidos

de unas golondrinas

que cada año vuelven,

como los racimos

que en parrales penden

todos los veranos

que esparcen contentos

su oro en la barriada

humilde que hoy cuento,

y que ya es recuerdo

perdido en el tiempo…

 

I bis

 

Barrio de los charcos

escarchados en inviernos,

barrio de las tortas fritas

cuando hay aguaceros,

barrio de almacenes,

de modistas y de herreros…

¡Bichitos de luces:

cercanos luceros!



Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco



IDEAS TANGUEADAS

(Tango)

I

Calle callada viene hacia mí

para pasearse sobre mi voz

que hace altibajos ondeando si

canta algún tango de antes o de hoy.

 

Cíclica esfera de tiempos es

la que recluye nuestro existir.

Va transformándose lo que ves,

imperceptible se acerca el fin.

 

Baja un silencio del más allá

para engarzar versos que unta el son

de una cadencia que embarca y va

en olas de aire hacia otro sol.

 

Estas estrofas se perderán

en desmemorias y nieblas sin

rumbo alcanzable porque ya están

predestinadas al desvaír…

 II

Guardo lloviznas en mi aridez

para rociar el breve arenal

de las palabras que con fluidez

junto en mi alma para soñar.

 

Si desmenuzan mi soledad,

magros tesoros rescatarán;

polvo oxidado de mi verdad,

o de mis penas, algo de sal.

 

En Buenos Aires florece luz

húmeda o seca, dorada o gris,

libre o cargando sombras de cruz,

pero tangueando siempre al fluir.


Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

 

 MARCAS DE TANGO
(Tango)

 

Tango que naciste cual vaivén

esparciendo en aires sentimientos.

Tango: retrato, refugio y aliento

del pueblo que en tu ritmo halla su ser.

Me encendiste desde el día en que

con tus chispas diste brillo a mi alma.

Llevo tus versos en mi cavilar

y tu música atada a mis pies…

 

 II

 

Tango, tus marcas se quedan

en buenas memorias que impulsan futuro.

Tango: sos áspero y seda,

la luz entramada en pasajes oscuros.

Tango, forjás mi destino;

tu historia a mi vida se unió en un abrazo.

 

 I bis

 

Hasta el más allá te llevaré;

la muerte esta hermandad no desvanece.

Sos telón de fondo en cada acción

que hago y que he de hacer con fuerza y creces.

Vivos pulsos restan por correr

en tu ancho caudal de ingenio fiel.

Ahora así, te extiendo al escribir

un nuevo tema más

para tu continuar…


Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco



ENTRADA A LA DICHA

(Tango)

 

I

 

Partís de un adiós que es la llegada

hasta una salida vuelta entrada

a un camino libre de constante escollo,

que ya te permita progresar.

Fue tu historia un cóctel de problemas

matizados por tremendas penas.

A partir de ahora todo eso está atrás,

te llegó la ayuda ¡y disfrutarás!

Porque merecés mirar con más claro color;

antes turbias sombras tenías a tu alrededor.

No has nacido sólo para sopesar el mal,

ahora tiempo bueno vivirás.

 

II

 

Tu esperanza se cumplió,

bien se ha hecho realidad,

tanta espera dio sus frutos.

Nunca más te arrastrarás

por abrojos y fangal,

no has de respirar más lutos.

Hasta el cielo brilla hoy

para darte redención

con la calma en su celeste.

Sentirá tu corazón

recorridos del amor

ya de vos jamás ausente.

 

I bis

 

Sonrisas instalándose en tu cara.

en tu alma no habrá ya bruma helada.

No más saldos rojos, un benigno rumbo

que te traerá salubre paz.

La limpieza suplantando manchas,

los fracasos dándose revanchas.

Tu opresión de angustias pronto dejarás,

dando vueltas solo ya nunca estarás…

Todo aquel pantano se hizo un mágico jardín,

la humedad se ha ido, huele en cambio aquel jazmín…

¡Sólo bienestar disfrutarás!

 

Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

 

YENDO HACIA EL DESPUÉS

(Tango)


I

 

Después de dar

vuelta a un dolor,

voy a cantar

con una flor

entre dos dedos,

para perfumar de calma

las energías

fluyendo a mi alrededor.

 

II

 

Por el deslinde del tiempo caen

actos pasados en mi visión;

son los recuerdos que se zambullen

en manantiales del corazón.

Son basamentos con que el futuro

día tras día se construirá;

planes que el aire mece y eleva

hasta trocarlos en realidad.

Soy sólo un alma

entre millones

que por las calles porteñas van.

En cada paso, firme, avanzando

cual la cadencia de un fiel gotán.

Tiene un sentido hasta el tropiezo

dado de pronto al caminar.

Todos los actos vienen de lejos,

predestinados siempre a pasar.

 

I bis

 

De fondo, el son

conmovedor

de un bandoneón,

brota el color

que representa

la luz vidente del paisaje,

que me acompaña

en cada meditación.


Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

 

PUNTO Y FIN

(Tango)

 

I

 

Gira macabra palabra

en tu nublada cabeza,

raspa su fría aspereza,

quiere que el cráneo ya se abra,

choca detrás de tus cuencas,

busca la luz, cual salida,

cierras los ojos y rezas

para no ser un suicida.

 

II

 

Punto y fin,

basta ya,

se acabó ese mal,

tu palabra será,

al vivir, solo “PAZ”.

Te vamos a ayudar

nada más va a engañar

tu mente con oscuras

ideas de un final.

 

I bis

 

Miras el agua, y ves sangre,

pasa una brisa y ves fuego,

miras el sol y ves noche,

¡ves mucho menos que un ciego!

Avanzas a un precipicio

de un fondo que ya no existe.

Que estés con vida es tu asombro,

en tus delirios caíste…

 

Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco


BUENOS AIRES 2007
(Tango)


Buenos Aires dos mil siete,
ciudad orgullo del mundo,
no hay alma que no respete
su estilo airoso y profundo.

Retiro, Puerto Madero,
Palermo y la Recoleta...
algunos barrios que quiero;
la lista queda incompleta.

Quien la camina se queda
dichoso y obnubilado;
porteño hechizo que enreda
sentires muy arraigados.

Su arquitectura grandiosa,
sus ritmos equilibrados,
su historia joven y honrosa,
sus tangos tan afamados.

Debe tener cada vida
un escenario signado;
por mi suerte agradecida
Buenos Aires me ha tocado.

Y si muriese muy lejos,
si me mudara de sueño,
dejaría mi pellejo
volando al cielo porteño.


Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

 

ENSUEÑOS MARINOS
(Tango)



Sobre el rítmico espejo del mar,
ondulados reflejos del cielo
pareciera que quieren nadar,
descansando de un fúlgido vuelo.

Rico sol refrescando sus flecos,
pobres nubes calcando su paz
y marinos (de lejos, muñecos),
van dorando su sódica faz.

En la orilla se ve la función
de un teatro inundado y mutante,
y en el eje de mi corazón
se estremece un sentir palpitante.

¿Qué misterios sazonan los fondos,
y los medios mezclados sin luz?
Blancas olas me humectan sus hondos
pensamientos que palpo al trasluz.

Soy de tierra y quisiera tener
esa fresca misión de lo acuoso;
dispersarme y desaparecer
confundido en un todo asombroso.

Calmo espero que venga la noche
a expandir su sombrío telón,
a mirarme aventando un reproche
por vivir preso en libre ilusión...

 

Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco (2015)


MURIENDO VAMOS
(Tango)



Ahora es la mañana
rompiéndose en instantes
quien cae sigilosa
al suelo de los plazos.
Los aires se asemejan
a las asfixias de antes,
cuajando los alientos
con transparentes lazos.

Están desparramadas
las gotas del silencio
y un escozor de fuego
alivia tanto invierno.
Testigo para nada,
igual yo me aquerencio
al clima que me envuelve
con peso de lo eterno.

Me espera ya la tarde
celosa de la luna;
bien sabe que transcurro
cual hoja en la corriente.
La muerte lenta es vida
de múltiple fortuna;
viajamos al futuro
muriendo en el presente…

 

Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco


 ANDUVE

(Tango)

 I

Anduve sin caminos,

anduve sin moverme,

anduve bajo el tiempo

y no supe perderme.

Anduve en multitudes,

anduve solitario,

anduve sobre tangos

de jarana y de calvario.

Los rumbos tironean

con fuertes magnetismos,

el aire contribuye

con vientos y espejismos.

El sol observa todo,

la luna fría, sueña,

y soy tan sólo un alma

que en expandirse se empeña.

Anduve y ando por donde andaré

con letras que al pasar dejo caer.

El mundo visto por mi realidad

tiene otros tonos de verdad.

Delante siempre hay más allá,

avanzo y pienso en el atrás

que queda como un precedente

de la corriente que al frente va.

 

 II

 

Refleja el agua de una llovizna

sobre el asfalto, lo que vendrá.

Sólo los ojos que abiertos sueñan

podrán mirarlo, en fiel trasluz.

Lo que ya anduve en mi mirada se refleja

y en papeles que con tinta

fui invadiendo sin cesar.

Anduve mucho y andaré en busca de nuevos

horizontes perfilados por lo cierto y el soñar.


Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

 

PRESENTACIÓN

I

 

He vuelto siempre tras la noche a la mañana,

trayendo estrellas y una sombra que me sana,

he ido libre de la tarde hacia la noche

llevando sol que a luz lunar su rubio abroche.

 

He vuelto a diario de hondo sueño a la vigilia,

soy partidario del buen gesto que concilia,

vuelvo seguido de la calle a mi morada,

soy quien te dice la verdad con la mirada.

 

II

 

Hoy me presento en este tango que me surge

de un fiel tirón que impulsa mi alma.

En Buenos Aires circunscribo mi lugar,

pero suelo surcar a veces lejanías.

Guardo silencios y palabras para echar

en otros tiempos que nos miran cual vigías.

Busco el matiz que aún no se puede hallar

entre los claroscuros de la realidad.

 

I bis

 

Tengo las manos repujadas de poemas,

los ojos llenos de ideales como gemas,

los pies cubiertos del vaivén de los senderos

y melodías en mis tímpanos obreros.

 

Voy adelante tras proyectos concretados,

con grandes rasgos del vivir, predestinados.

He sido y soy el que seré y no me arrepiento;

soy conjunción de la razón y el sentimiento.


Letra y Música:  Ariel Carrizo Pacheco


APOCALIPSIS

(Tango)

 

I

 

La luna resquebrajada

como una esfera de mármol,

los hilos en las miradas,

rojizos, nos van quemando,

y el aire por el que vuelan

las vistas, se espesa en gris.

Girar de densa humareda

que inhala cada nariz.

 

II

 

La tierra temblando baila

la danza mortuoria en grietas

que desde su núcleo brotan

como crujientes profetas

que anuncian el fin de todo

el mundo tal como hoy es…

Milenios ya se hacen polvo,

comienza todo otra vez

con restos de lo que fue.

 

I bis

 

Los ríos rompen, hirvientes,

su cauce: ¡inundaciones!,

incendios como corrientes

bajan hasta poblaciones.

Hay rayos, dolor, tristezas,

angustias, caos, pavor…

ateos de pronto rezan

clamando piedad a Dios…

 

Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

 

AL DESPERTAR

(Tango)

 

Despierto con un sueño

inflamando la cara,

los párpados me pesan…

Las seis de la mañana.

Un ruido me sustrajo

del mundo inverso que

recorro en cuanto quedo

dormido sin saber

que alrededor del lecho

mis cosas me custodian;

bien velan mi inconsciencia,

protegen mi memoria.

Pinturas en sus marcos,

los mármoles, maderas,

mis libros, cortinados,

las lámparas, las velas

que no cumplen funciones

lumínicas, por buenas.

 

II

 

Ya crucé la frontera

como un resucitado,

de pronto me incorporo

algo desorientado.

Cansancio se traduce

en bostezo que trunco,

mientras la luz enciendo

y espacio y tiempo junto.

Me calzo como puedo

pantuflas, me levanto

y los primeros pasos

del día me conducen

al ventanal que muestra

que asoma el sol, despacio…

 

I bis

 

La vida se reinicia

junto a cada jornada

que es como una caricia

de mano esperanzada;

amable nos impulsa

a un nuevo batallar

contra la decadencia

que nos quiere agobiar…

Y aún antes de vestirme,

compongo ya este tango,

sentado al escritorio

en versos me desangro

para que se renueven

ideas en las venas

del alma que mi mente

arrulla igual que a penas.

Le daré a este otro día

unas vivencias buenas.

 

Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

 



EMPEDRADO DE MAIPÚ

(Tango, 2012)



Empedrado de Maipú,

algo hundido y remendado,

virtuosismo expones tú:

haces presente al pasado.



Entre Plaza San Martín

y Juncal se halla tu trazo;

breve pendiente hasta el fin,

cruzo adrede tu regazo.



Calle de un Retiro que

de los trenes es el faro,

lástima que ya no esté

tu palacio regio y caro.


Buenos Aires asfaltó

"trozos múltiples de sierras",

tal como antes enjoyó

con empedrado sus tierras…


No se puede comparar

tus diseños cincelados,

con el aburrido mar

de alquitranes compactados.


Caminando sobre vos

me pasás tus energías;

sos más que la inercia atroz

de unas cuantas rocas frías.


Cada paso te hace estar

más cercano a lo que pasa.

Sos capaz de sopesar

por el ritmo el hoy que arrasa.


Si te cubriesen también

me inhumarían el sueño

de que sigas, por tu bien,

¡siendo un fiel suelo porteño!…



Letra y música :Ariel Carrizo Pacheco




¡AY TANGO DE LOS RECUERDOS
(Tango, 2006)

 

I

 

Hervor de tango en la sangre

para reanimar las vidas,

alimento para el hambre

de almas con y sin heridad.

 

Al pasar su ritmo lima

la aspereza de lo burdo;

en la danza de su clima

salgo a flote si me hundo.

 

 II

 

¡Ay tango de los recuerdos!

memoria de cuando no era,

a tus letras sigue yendo

quien busca la voz sincera.

 

Tango auténtico de antes,

Tango rey del porteñismo,

con tus aires tan triunfantes

ahuyentás escepticismo. 

 

I bis

 

En el empedrado marcan

mis tacos el dos por cuatro

y vientos filosos cantan

tus versos de pulso sacro.

 

Te llevo siempre conmigo

y a veces te multiplico,

Tango eterno; fiel amigo,

soy vos; no sé si me explico.


Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

 ÚLTIIMA LLUVIA

(Tango)

I

Otra vez la lluvia trae su canción,
oigo en la penumbra, tenue, su rumor.
Un pesar golpea fuerte mi sentir;
sé que ya mi vida cerca está del fin...

Mi camino ha sido áspero y letal,
pero sin embargo lo andaría más...
Años derretidos caen al llover;
quedan en la tierra, donde no se ven.

II

Nada me consuela, ni aunque salga el sol,
nadie ve mis labios balbuciendo a Dios
las preguntas tristes de mi senectud...
Cierto es este ocaso, mi alba fue un albur...

Llevo en estos ojos la infelicidad;
si yo los mirase van a lagrimear.
Son los sueños fraudes que hay que descubrir,
todo tono alegre guarda un dejo gris.

 I bis

Hallo en la amargura mi único sabor,

ser un desconforme ya es mi mejor don,

cuento mis latidos: ¿cuántos restarán?,

próximo está el punto atroz de mi expirar…

Siento que hoy protesto por postrera vez,
parto conservando mi dolida fe.
Sé que tras las nubes flota un cielo azul,
ya me tacha el tiempo con su inmensa cruz...


Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco



BANDONEON SENTIMENTAL
-  Tango,1992 - 

I

Bandoneón sentimental:
cada nota que suspiras
es como un lazo que estiras
para unir al arrabal,
porque del tango inmortal
sos el pulmón cadencioso
al respirar quejumbroso,
inflando tu negro pecho,
con tangazos que se han hecho
pa' que luzcas tu sollozo.

II

Tu origen es lo de menos,
lo destacable es tu acento;
acá se formó tu aliento
saboreando tangos buenos
entre tus pliegues amenos
que aún se hamacan con polenta
por los vientos del noventa,
desplegando por el mundo
ese son que te hace oriundo
de la porteña placenta.

I bis

Siempre un dolor te camina,
bandoneón sentimental;
si te reís, un puñal
en tajarte se empecina,
y si llorás una espina
de tu pena se agiganta,
entonces se te atraganta
dejándote enronquecido,
gritando un tango sufrido
¡que luego el pueblo te canta!

Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco


BONT VIVANT

(Tango, 2012)


Lima suelas en asfaltos de París,
bien airea su carnet de Bont Vivant,
su carácter colorido es algo gris;
como un réquiem zigzagueando en un can-can.
 
Depurando madrugadas busca el sol
que esclarezca su nublado cavilar.
Pide el agua que lo limpie del alcohol…
Ir liviano a veces le causa pesar...
 
Nadie nunca logra estar del todo bien
por más culto que haga del feliz vivir;
cuesta mucho mantenerse en el gran tren
de delicias, armonías y reír.
 
En la ile de la Cité ve transcurrir
la corriente calma, y quiere escapar
hacia un remolino donde su existir
pueda ver una manera de cambiar.
 
Disfrutar aunque este mundo ande fatal
causa culpas en un noble corazón;
peor sería que le diese todo igual,
que tan sólo le importara su ambición.
 
Si en la música del viento volarán
nuestras almas sin pesaje corporal,
no te angusties demasiado, Bont Vivant;
¡en la vida padecer siempre está mal!


Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco


CLARO DE LUNA EN EL SUBURBIO

  (Tango, 1997)

 I
Nada cuesta contemplar
la noche quieta y de sueño profundo...
Claro de luna en el suburbio,
luz fascinante que bautiza al río turbio.

Se hace irreal la realidad
bajo el embrujo de errantes astros...
y se confunden los rastros
del tiempo y la eternidad.

II
Y yo soy sin querer
el reflejo más fiel
del suburbio en que estoy,
siempre viviendo el hoy.

Es el claro lunar
de la piel estelar,
el que ejerce el dominio
de mi voluntad.

Así es como me voy
dejando lo que soy
rumbo al cielo sin fin
que de mí se adueñó...

Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

 

 

EN ESTE BAR 
(1992 )

Entre el rumor de este bar,
entre el son desafinado,
entra el sol algo nublado
destiñendo mi mirar.
El reloj va a deshelar
con sus flechas mi paciencia,
sumergiéndome en la urgencia
por salir del cruel letargo,
saboreando el trago amargo
de este café en penitencia.

El bar es un recoveco,
es el broche del destino
del bohemio peregrino...
Es un desfondado hueco
sostenido por su eco...
Es la cita impredecible,
es la trampera invisible
que sólo atrapa las almas,
entre sus sutiles palmas
como un castigo sufrible.

Vencido sobre una mesa,
desplomado en una silla,
soporto la pesadilla
que deambula en mi cabeza.
Dudando de mi certeza
presiento en mi angustia aislada,
que en esta espera frustrada
yo y mi alma, monologando,
seguiremos fracasando
mientras seamos sólo nada...

(Autor: Ariel Carrizo Pacheco)

          

  HASTÍO

  (Tango, 1997) 

 I

Sentado en el recodo
de un tango dolorido,

escucho mis latidos

en cada triste son…

 
La noche en Buenos Aires

despliega su chalina

y mi bohemia camina

rumbo al gris bodegón… 

II

Sé que mi hastío me matará,
voy degustando mi paladar.

Ya no me alcanza la eternidad.

Soy un murmullo sin receptor,

un conformista sin ambición…

Si mi mirada roza una flor,

pierde su aroma y su color.

 Lo que no di,
ya lo perdí,

y es tarde para ser feliz…

I Bis

Emergen de humedades
memorias desgastadas,
y hace mi sangre helada
temblar mi corazón.

Mis ojos de cenizas
se vuelan con el viento,
me ahogan los tormentos
de mi imaginación.

Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco


 LA FIESTA Y LA LUNA
 (Tango, 2006)

 

Que caiga el son de la orquesta

sobre la atenta emoción,

nada en la noche la fiesta

hundida en mi ensoñación.

 

Lo que se quiere no pasa

y yo quiero esta fugaz

vivacidad que retrasa

mi descanso eterno en paz.

 

Vuela Cadícamo en versos

de su cosecha de autor

y en ellos me siento inmerso;

su tema es conmovedor.

 

Fulgura la luna quieta

como un gastado farol.

Ya nadie bien la interpreta;

habrá que cambiar el sol.


  Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco



LA NOVIA

  (Tango, 2009)

 I

Tenía el mirar intrincado
en humos de alucinación.
Su rubio color despeinado
no pudo aclarar su razón.

De noche paseaba en el muelle
vistiendo su traje nupcial,
en pos de que el sino le selle
con agua su ahogado final…

 II

Podía por fin desistir
a un paso de verse hecha mar;
pensaba en su amor y el sufrir
cedía a la fe su lugar.

La luna se compadeció
cien veces de su soledad,
hasta que un mal día alumbró
su salto a la mortalidad.

I Bis

Que al menos mis fieles loanzas
proyecten su fría visión;
sus ojos buscando esperanzas
muy dentro de su corazón.


De noche de blanco salía
a oír los murmullos del mar,
pensando que no merecía
cumplir la condena de amar.

II Bis

Pero algo le daba el valor
de aguar su coraje final;
con él volvería el color,
su amado era el dulce y la sal.

La luna cien noches se heló
de pena por su padecer
y casi se cae cuando vio

                   las olas tragando su ser...                


Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco


LA VIDA ME QUIERE MATAR

  (Tango, 2008)

 



Señor dígame dónde está

la dicha que supe tener.

Pasó como un viento que va

a donde no lo pueden ver.

 

Yo tuve riquezas y amor,

en salubre paz transité

y hoy soy como un cruento dolor

carente de mínima fe.

II

No es bueno que me queje así

pero ya en la mala acampé.

No bronco por lo que perdí

sino por lo que no tendré.

 

La vida me quiere matar

¿será porque mal me porté,

o habrá intervenido el azar?

Señor, por favor, digamé. 

I Bis

Sin plata para la pensión,

tirado en la esquina quedé

cantando este tango tristón

sin saber muy bien para qué.

 

Y encima quien fuera mi sol

me da sombra con su desdén.

No tengo ni para el alcohol

que me haga creer que estoy bien...



Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco


YA ME DI CUENTA

(Tango, 2009)


De muchas cosas sé muy poco

pero de algunas sé de más,

y aunque podré pasar por loco

en general soy muy sagaz.

 

Ya me di cuenta de tus cuentos,

tus sombras son para mí luz;

ya no me lances argumentos

que son los clavos de tu cruz.

 

Tu rostro es máscara mutable

según la arpía conveniencia

y me tratás como a un culpable

para ocultar tus indecencias.

 

En un teatro te aseguro

que arrancarás fuertes aplausos,

pero ante mí un bostezo puro

igual al tedio que te causo.


Letra y música: Ariel Carrizo Pacheco



  PAISAJE DE ARRABAL

  (Tango, 2007)

 

Busca en aires de arrabal
sensaciones de su esencia,
le da el marco musical
una orquesta a su presencia.

Empedrado relumbrante,
rejas curvas de balcón,
alumbrado hipnotizante
y el verdín junto al cordón.

Pesa un poco la humedad,
pesan mucho los recuerdos.
En su orilla, la ciudad
va apurando tiempos lerdos.

Cuatro ochavas para el cruce
de unas calles del albur,
la lavada cal se luce
en los muros de este sur.

Escenario para dar
pasos rítmicos de fuego.
Si en la vida hay que bailar,
que no sea un mero juego.

Es acción en el paisaje
nuestro gris trasnochador.
Su bohemia es como un viaje
que termina en el albor... 


Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

 

  PAISAJE NOCTURNAL

- 2006 -

 

Romance de estrellas dadas

al sentimiento del alma,

frescura de madrugadas

volcando su esencia calma.

 

Desde una esquina en penumbras

emerge un silbido claro

y se oye que bien lo alumbra

su tango que es como un faro.

 

Parece que está acostada

la noche sobre el suburbio

y el tiempo como si nada

prosigue en su cauce turbio.


(Autor: Ariel Carrizo Pacheco)


 PARIS TOUJOURS
 - 1997 -


Fue mi vida en París
la época más feliz
que recuerda mi alma enamorada
del misterio gentil
de sus calles sin fin,
y de la cultura derrochada.

Todo allí es descubrir
paso a paso el festín
del buen ánimo y de las miradas...

Ser bohemio es existir,
el Arte es el perfil
de todas sus horas adoradas...

París, fugaz y eterno,
deseable hasta en sus más fríos inviernos.
París toujours, París...
Si no fueras de este planeta,
serían menos los poetas...
Los sueños se realizan en París,
¡¡que gran ciudad para vivir!!

(Autor: Ariel Carrizo Pacheco)

 

 

PARISINO

 - 2011 -


I

 

París fluía en mí

más suave que el desliz

del tiempo sobre el mundo.

Iba mi juventud

de boulevard a rue.

Todo era un descubrir

de bellos souvenirs

para el mirar profundo…

El arte ardía sin

quemarme y sin morir;

eterno en su expresión.

 

II

 

Parisino

fue el camino

que me llevó a la ensoñación.

Parisino

remolino

que se alojó en mi corazón…

 

I Bis.

 

La Ile de la Cite,

el alto Sacre Coeur,

los puentes sobre el Sena,

el Louvre y la Opera;

la Torre y Notre Dame,

Vendome, Champs Elyseés,

Concorde y Saint Michelle,

Des Vosges, Royale, Du Theatre…

Inválides, Panteón,

Villete, la Gare Du Nord,

Defense y Luxemburgue…


(Autor: Ariel Carrizo Pacheco)

 

RECOMIENDO ESTA PAZ
(Tango)


Limonado perfume que da
deliciosa espesura al lugar,
luz del día anidando feliz,
de aquí nunca quisiera partir...

El turquesa desde una pared,
es un mar que libera en su red.
Las ventanas entrando exterior,
son pinturas a todo color.

Se condensa la gran plenitud
en la paz que nos da lo común.
Una copa se humecta en el son
del poema que aventa mi voz...

Es mi mesa de roble un altar
donde el tiempo se viene a ofrendar
para que haga un remanso con él,
cual caricias del aire en la piel...

Los helechos colgantes están
demostrando la gloria vital.
En mi asiento arraigué como ombú,
muy sereno y vestido de azul.

Siento cómo me aleja del fin
este clima de espíritu afín.
Me amalgamo al total del buen hoy;
sólo un poco de vida yo soy...

 

Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco


SI VIENE ELLA
(Tango)


I

Si viene ella a echarle paz
a las trifulcas de mi sombra,
les juro que será capaz
de enrollarme como una alfombra

Porque ha nacido para mí
aunque aún no lo quiera admitir;
porque si no viene perdí
todo lo que debía vivir…

II

Si viene ella habrá una voz
angelical cantando un aria;
marco armonioso de los dos,
responso a mi vida de paria.

Si viene ella quedará
glorificado mi futuro…
cuando ella venga enterrará
todo mi pasado tan duro.

I Bis

Graves errores perpetré
pero aún así sé que merezco
tenerla en mí como soñé;
dejar atrás lo que aborrezco.

Está resuelta la cuestión:
ya sé muy bien lo que me falta;
que me revise el corazón
y con amor le otorgue su alta.


Letra y música: Ariel Carrizo Pacheco

 DESDE EL PASADO
(Tango)


La noche en que lograste
perderme en el dolor,
domina mi memoria,
me ahoga el corazón.

No sé cómo se pierde
la maña de esperar
la vida que soñamos
un día al despertar.

Recuerdo las palabras
que echaste al reiniciar
tu marcha por el mundo
cansado de tu andar:

"A vos mucho te quiero,
convertime en canción,
será el mejor fetiche
para tu devoción."

Mi historia se detuvo,
un muerto en vida soy,
desde el ayer oscuro
mi voz te llega hoy.

Regresá hasta el pasado,
¡salvame por favor!...
Aquí quedé atrapado
por culpa de tu adiós...



Letra y música: Ariel Carrizo Pacheco



 SEGUI LUCHANDO   
(Tango, 2006)

 

Las luces que te acarician

en el escenario irreal

son como sombras que envician

tus sueños de andar triunfal.

 

Te creés que bien te sostiene

del aplauso su vientito

y que la fama te viene

porque vas a ser un mito.

 

Dale manija a tu engaño

antes de que tome en cuenta

que el plumero de los años

limpia "glorias" polvorientas.

 

Muchos que realmente valen

son íntimos del olvido;

sus vidas apenas salen

de los libros carcomidos.

 

De pasatiempo está hecha

la historia que nos incluye

y que de a poco nos echa,

si es que antes alguien no huye.

 

Pero no te desanimes

por estas vicisitudes;

que se concreten tus fines.

Seguí luchando y no dudes.


Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

 

SENTENCIA DE ARRABAL
(Tango, 2006)

Por donde pasa su sombra
se queda como una marca
que con orgullo lo nombra
advirtiendo a la comarca
sobre su tosco coraje
de matón empedernido;
comprenderlo es un gran viaje
hacia lo desconocido...

Personaje de la daga
siempre a mano del impulso.
Cuando quiere les apaga
a sus rivales el pulso.

Hace mucho que su fama,
provocando escalofríos,
se expandió de rama en rama
y en los cauces de los ríos
de la sangre de linajes
de familias acechadas
por los gratuitos ultrajes
que hace a quienes no hacen nada.

Esta noche el escarmiento
le caerá para caerlo.
Sepan que yo nunca miento
y si ustedes quieren verlo
vengan a las doce en punto
a la esquina donde para;
ahí lo dejaré difunto
de un hachazo, cara a cara.

(Autor: Ariel Carrizo Pacheco)


TRANSITAR SUICIDA
  (Tango, 1997)


Mi vida, es transitar suicida.
Emprendo de nuevo la partida...
Las cosas que dejo no se olvidan,
mas quiero perderlas donde están.

No puedo varar mi cuerpo errante,
me atrae el sitio más distante...
Destino de un necio peregrino
que huye de su gris soledad.

Y ahora en un andén lejano
vuelvo a iniciar mi viaje en vano...
Siempre escapando del pasado,
si olvidara lo dejado
fundaría mi lugar...

En mil caprichos de aventura
se fundamente mi locura.
Mi vida me resulta ajena,
convertida en alma en pena,
condenada a divagar...


Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco



NO HAY VUELTA ATRÁS

(Tango)

 

 

I

 

 

Si sólo piensas que es mejor

que resquebrajemos nuestro amor,

porque este hoy borrasca es

de un sentimiento que se fue.

No queda nada más que hablar,

me marcho y dejemos atrás,

todos los años compartidos

que nos trajeron hasta acá.

 

 

II

 

 

Las tibias horas de aquel amor

se han hecho hielos,

los cielos claros, hoy vagan grises,

crujen sus truenos,

los sorbos dulces de nuestra historia

ahora son hiel,

las risas puras ya son enojos,

llantos sin fe.

Si así está escrito, se cumplirá.

No te arrepientas de esta ruptura,

porque te juro: No hay vuelta atrás.

 

 

I bis

 

 

Si de verdad, es falsedad

seguir viviendo así, de a par,

nos separamos y ya está;

a dividir lo material.

“Al fin y al cabo es lo normal

en estos tiempos, claudicar”,

así dijiste y te haré caso,

ya no seré el sentimental.


 

HACIA TU FELICIDAD...

(Tango)



Necesitas ya que el tiempo

se detenga en un momento,

para aliviarte enseguida

de constante sufrimiento.

Bien precisas que disipen

los rayos del sol las brumas

que humedecen a tu alma

con pesar que no se esfuma.

No mereces que el dolor

siga lacerándote.

Que de pétalos, caricias,

te unjan ya calmándote.

 

 

II

 

 

Yo junto a vos quiero vencer

tu ardiente mal. ¡No puede ser

que tanta bondad tenga esa paga!;

eso no se puede comprender.

Somos los dos, fuerza tenaz,

¡a batallar sin claudicar!,

que un valle de rosas sea tu vida,

¡que respires ya felicidad!

 

 

I bis

 

 

Necesitas que te aliente

con sincera expectativa,

y eso hago porque siento

que tu mal tendrá salida.

Sólo debes convencerte

de tu propia fortaleza,

desintegrá pesimismos

en tu lúcida cabeza.

Sólo tenés que confiar,

ya verás que sanarás.

¡Seguí siempre hacia adelante,

con fe todo lograrás!

 

 

Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

  

 

EL CANTOR
(Tango)

 

 

I


Anida una canción en su garganta

que eleva si los aires la reclaman...

Su gesta no se cumple si no canta

las letras que en el pueblo se derraman.


Cantor de una ciudad que ha sido un campo,

artista de las cuerdas afinadas,

elogios en su honor gustoso estampo

en estas frases hoy improvisadas.

 

II



Los nudos de corbatas no aprisionan

sus tonos encendiendo los oídos,

los vientos son viajantes que ambicionan

llevar sus amadísimos sonidos.


Lo seco se humedece en su armoniosa

fontana de mil máscaras vocales,

y cada cosa es mucho más preciosa

si absorbe sus destrezas musicales.


I bis



Sus blancos dientes prenden negros cielos,

las vistas y los tímpanos lo siguen,

las notas son las presas de sus vuelos,

oyéndolo concordias se consiguen.


Su vida es pentagrama que interpreta,

su esencia marca un ritmo que se orea.

Si un hondo más allá tiene por meta,

cercano, en nuestro pecho, nos frasea...


 

Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

 

 

CAFÉ DE BUENOS AIRES

(Tango)



De nuevo por La Biela,

café de Buenos Aires,

murmullo de porteños,

turistas y pocillos.

La tarde limonada

se infiltra en nuestros sueños,

y en nuestras emociones

palpitan nuevos brillos.


Sentados, Bioy con Borges,

muy cerca traman cuentos,

los mozos van y vienen

pulsando sus bandejas.

Abril no es nada frío

y los minutos tienen

los jóvenes frescores

de las sorpresas viejas.


Si algún color mantengo

mezclado entre mi tacto,

es porque van sonidos

catando las fragancias,

y un sexto y raro elíxir

se suma a los sentidos;

igual que el ritmo espeso

a las bebidas rancias.


El vidrio y la madera

conjugan aberturas,

el té colado lleva

su voz a mi garganta

en tanto aguardo inquieto

que un verso más acuda,

y aquí soy un abstracto

vagar que se decanta...

 

Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

 

 


MAQUETA

(Tango)

 

I

  

Esquina de cartón,

vereda de papel,

llovizna en tinta azul

tiñendo al descender…

Un árbol de aserrín,

autos de corcho son

y un cielo de maché

con nubes de algodón.

  

II

 

Maqueta en una mesa

adentro de una pieza

de un piso de una torre

de un barrio de ciudad

de algún país del mundo

que gira sin un rumbo,

perdido en la galaxia

del universo astral.

Y yo observando todo,

perdido en el recodo

más hondo de mi mente

que en este cráneo está…

Esa es la realidad

que abruma la razón.

Maqueta es lo existente

en las manos de Dios.

  

Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

 

 

PSICÓPATA

(Tango)

  

I

 

Tuviste nada más que este defecto:

quererme; lo siento.

Tuviste el infortunio de encontrarme,

¡qué pena tan grande!

No ves que ahora no te puedo dejar

por más que ya te quieras alejar.


II

 

Yo soy como tu sombra,

de mí no escaparás,

¿qué culpa tengo si vos me elegiste?

De mí nunca te vas a separar.

Yo soy el bien, irte está mal.

 

III

  

Iremos juntos para siempre

por los senderos de los tiempos.

Ni nos apartará la muerte.

¿No estás de acuerdo?, lo lamento.

Vos me quisiste como nadie

y nunca voy a separarme.

Lejos perdés al extrañarme,

te voy a ahorrar ese desaire;

sin mí, sólo te asfixiarás.

  

I bis

 

El sol nunca se aparta de la tierra,

su luz la conserva.

Predestinados somos a estar juntos,

aislados del mundo.

¿No ves que sólo a vos quiero mirar?

¿Decís que soy psicópata? ¡Flasheás!

 

 

Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

 

SOBREVUELO BUENOS AIRES

(Tango)

  

I

 

Del siglo veinte viví el último cuarto

y de este siglo, ya crucé el primero.

Es Buenos Aires epicentro exacto

de mi destino libre de andariego.

Lleva este tango luz sombría y son

que ahora elabora mi alma para dar

pizcas de humo y sueños que guardé

para añejarlas en mi corazón

y destilarlas en mi soledad.

Doy pasos por el aire sin mover los pies,

remuevo a Buenos Aires blancas nubes que

dibuja su misterio en celeste papel,

en donde escribo ya, así al volar…

 

II

 

Las calles trazan mapas

certeros en mi vista,

enormes edificios

afilan sus aristas.

Desde esta altura veo

completa mi ciudad,

esto parece un sueño

pero es la realidad.

 

III

 

Allí Callao y Santa Fe,

ahí Corrientes con sus teatros y cafés.

Pensar que aquí vivió Gardel

(el obelisco se erigió poco después).

Lavalle por acá,

Florida, más allá,

allí Puerto Madero

y ancho río abierto al mar.

Hermosa es la visión

porteña, universal,

me quedan tantos barrios

aún por sobrevolar.

Me muevo como un dron,

me expando en la humedad...

¡difícil es que me quiera bajar!

 

Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco



¡CON FUERZAS SEGUÍ!

(Tango, 2025)




Después de haber caído, tropecé,

las piedras del camino siempre están

rodando para molestar los pies…

Para esquivarlas siempre hay que mirar;

con frente en alto pero sin perder

de vista las bajezas que ahí están,

tratando de que caigas otra vez

y que ya no te puedas levantar.

 

¡Con fuerzas, seguí! que los vientos

de la vida favorecen a pujantes.

¡Seguí!, animoso y contento,

que el espíritu está hecho de esperanzas.

Sé bien que tu misión no es claudicar,

pateate los escollos y a ganar

la luz de horizontes tranquilos

que bien te merecés pronto alcanzar.

 

Lo fácil nunca ha sido lo habitual,

jamás hay que dejar la precaución.

Las manos resbalosas del azar

muy rara vez actúan a favor.

Pizcas de astucia no deben faltar

en nuestra idiosincrasia del vivir.

No bien te descuidás, sabelo bien,

te pasan por encima sin dudar.



Letra y música: Ariel Carrizo Pacheco


 

  TU FARSA

    (Tango, 2009)

 I

Tu liviandad mucho me pesa,

es luz oscura que me aplasta.

Sólo vos misma te interesa;

tanta ambición te hizo nefasta.


Para engañar lucís por fuera

la perfección de tu hermosura

porque por dentro tu alma entera

apesta más que la basura.



II


La cuenta atrás avanza pronto;

no hay mal ni bien que te rescate.

Por más que te parezca un tonto

mi corazón por vos no late.


Que se enamoren de tu farsa

quienes merezcan tal castigo;

para bufón de tu comparsa

jamás podrás contar conmigo.


I Bis


Apiladora de billetes

y también de sueños ajenos;

a ricos dicha les prometes...

y les inyectas tus venenos.

Cuando agonices sin valías

espero que no te arrepientas,

así darás tus fechorías

al diablo odioso como rentas…



Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

 

UN ECO TRISTE DEL AYER
   (Tango, 1997)

Por el desliz de la noche,
para darme un reproche
me acerco hasta la aurora...
Y es la música que añora,
esos tiempos de emoción
de bohemia y de derroche
la que me hace taciturno,
como un sol vuelto nocturno
por quemar su resplandor.
Siento que cumplo mi condena,
huraño y dando pena
por lo que ya no soy.

Si habré sido distinguido
por la flor de pinta
que lucí en los bailes...
Si habré dado aires de tango al exterior,
paseando, fui el más porteño embajador.

Hoy soy sólo un eco triste del ayer
perdido en la voz del recuerdo.
Nada espero, todo pierdo,
me acabé... no soy eterno...
Soy como un bostezo lento que quedó
cortado por efecto del café.

Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco


UNA MUERTE HÚMEDA

(Tango, 1993)

 

La humedad es de la historia,
de su pretérito añoso,
el aliento sudoroso
que lubrica la memoria.
Por la calle perentoria
retorcía el pensamiento
con escenas de tormento
que brotaban ofuscadas
de las húmedas fachadas
asfixiadas por el viento:

"Ya no puedo hacerle frente
al pasado que me ataca,
yo no sé clavar la estaca
en el centro de mi mente.
Este sitio no me miente...
ya no ocultan los confines
bajo lodo y adoquines
mis fantasmas sepultados;
los muros descascarados
me obligan a que me arruine..."

El filo de la cortada
tajó mi carne de acero,
chispeando en mi seco cuero
con luz de su cuchillada.
Herido en roja alborada,
regué con sangre aquel suelo,
quemé el recuerdo en el hielo
que a mis venas dio el invierno,
¡y mandé todo al infierno
enterrándome en el cielo!


(Autor: Ariel Carrizo Pacheco)


 

LUNA
(Tango)


I


La Luna lleva tierra en las mejillas
y el sol le dio un dorado a su alta frente.
Inspira en soñadores maravillas,
se llega hasta ella en un volátil puente.

La Luna es como un faro para el mundo;
lo ubica en el espacio inmensurable.
Mirándola en las noches me confundo
su rostro con la faz de un hada amable.

II

La Luna es la región de los juglares,
la luz más ideal para el ingenio
que vuelca blanca paz por los lugares
en cada noche de cada milenio.

La Luna se merece las estrellas
que adornan su trasfondo desfondado.
Las cosas a su amparo son más bellas,
lo yermo se hace tierno como un prado.

I bis

La Luna es quien dirige las mareas,
brillante coreógrafa de oleaje,
litúrgica ejemplar de las preseas,
que infunde a los rapsodas su linaje.

La Luna es el oráculo de Cronos,
la Luna es la medalla del silencio,
la Luna alberga oníricos colonos,
la Luna irradia amor que reverencio...


Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco



 

 

 ZAMBA DEL CAMPO

(2009)

 

 I

 

Sobre el camino de un campo

nube de polvo se agita,

cuando pasan galopando

los que a su tierra palpitan.

 

Alto un molino vigila

la paz de la tardecita,

y una bandada desfila,

rumbo al confín eremita… 

 

II 

 

A la laguna se acercan

para beber la vaquitas,

y el agua que está en la alberca

por ser de riego es bendita.

 

Cuando salgan las estrellas

y sus fulgores repitan,

la tierra será más bella,

se oirá un silencio que grita.

 

 I Bis 

 

Hecha de adobe una casa

guarda la dicha infinita,

de una familia que pasa

su historia exenta de cuitas.

 

Melodiando en la arboleda

las aves pintan bonitas

formas que ven quienes puedan 

ver como un lienzo recita.


Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco


 ZAPATEANDO
(1992) 

 

Si habrán taconeado centro
estos zapatos lustrosos,
arrastrando en dos sollozos
la historia que llevan dentro.
Se encaminan al encuentro
de un sereno zapatero,
que cure un taco y el cuero
con artística prestancia...
Les repondrá su elegancia
zurciendo cada agujero.

Ellos trotaron la vida;
se rozaron con la tierra,
los cascotes de la guerra,
la alfombra pobre y mullida.
Tragaron agua podrida
y siguieron sin catarros
sobre asfaltados y barros,
sobre cedro o mármol fino;
ningún piso discrimino
mediante mis nobles tarros.

Siempre es buena la ocasión
pa´ que bailen mis tamangos,
seducidos por los tangos
o el son de algún callejón.
Zapateando en mi emoción
voy trazando este camino,
bien guiado por mi destino
a través de mi calzado,
que me tiene muy atado
¡al firme suelo argentino!


Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

 

MI CIUDAD DE TANGOS

(Tango)


I

 

Está la tarde ajada

por vientos que se van

hacia la ignota entrada

que encauza al más allá…

Viendo por ojos huecos

el tiempo logra, cruel,

traspasar los ecos que la vida da

en su intenso acontecer.

 
II


Llevo un curso que me lleva al ya no ser,

por un rumbo sin fronteras,

con el tango entreverado entre los pies

y entre mi esencia que vuela.

Buenos Aires me conoce más que bien;

sabe que alzo su bandera.

En mi corazón fluye la sangre de Garay,

soy su descendiente ascendiendo hasta el final

por el movimiento que hace deslizar al hoy,

porque el gran futuro espera…

Hay que conquistar cada segundo del reloj

con pujanza y fe, al accionar.

 
I


En calles empedradas

de este San Telmo hay luz

que el sol da en bocanadas, mediante el aire azul.

Mi sombra gris se extiende,

cual nota de mi voz,

transmitiendo un sentimiento de papel,

alma, luna y bandoneón.


Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

 

 

DE BAJA
(Tango)


 

I

 

Arrastra su sangre pizcas de reaje

y llevan sus pasos el ritmo porteño,

sabe bien que toda su vida es un viaje

por andariveles de barrial diseño.

 

Desde alguna esquina vigila el suburbio

con ojos sagaces que brillan y absorben

cada transparencia embebida en el turbio

panorama que echa a los puntos que estorben.

 

II

 

Guarda sus historias vividas en ancas

de recuerdos que oyen trasfondos de tangos

que para su ahora son como palancas

empujando el rumbo de sus dos tamangos.

 

junto a sus hermanos y amigos por años

viene dando acciones que hoy ya son leyendas.

Yendo bien de frente, exento de engaños,

sin salirse nunca de bravías sendas.

 

I Bis

 

Temple justiciero le brota enseguida

cada vez que algún atropello lo indigna.

Cada cicatriz es trofeo de herida

ganada en contienda que el tiempo designa.

 

Como todo ciclo un buen día se cierra,

y no desconoce que el mal se baraja

en manos impías, ansiosas de guerra,

presiente que pronto lo darán de baja…


Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

 

PANORAMA PORTEÑO
 - 1992 -

 Siglo veinte, década del noventa:
Buenos Aires, paraíso del tango,
tiene un pueblo patriota y con polenta
que mastica, aunque le falte el mango.

 La esperanza ya se va concretando,
poco a poco, entre el sudor democrático;
todo cambia y el tango sigue estando
porque vive rodeado de fanáticos.

 ¡Qué belleza que irradia esta ciudad!,
con su urbe que expone desde siempre
el trabajo que hace su sociedad,
día a día con su nobleza y temple.

 Voy viajando por nuestras canaletas,
entre el flujo de las porteñas calles,
arrastrado por sus notas y letras,
cautivado por sus grandes detalles.

 Me zambullo en océanos de obras
y me seco con la luz de sus frases;
la cultura casi nada nos cobra,
la alegría gratuitamente nace.

Zapatillas, vaqueros y remeras,
rectos trajes, camisas y corbatas,
minifaldas, zapatos y carteras,
por las calles desfilan como ratas.

 Hoy las modas son nuevas idioteces
que se suplen al son de las segundos.
Nuestro tango sigue brillando y crece
sin descanso, en las almas del mundo.

 Si usted cruza Corrientes y Esmeralda,
y se para en la ochava sudeste,
al cruel hueco debe darle la espalda
ignorando al presente, aunque le cueste.

 Una bomba destruye a una embajada,
salpicando con su muerte a la iglesia.
Nuestros libros ya tienen su morada:
no debemos darle nuestra anestesia.

 Y entre esta gran mezcla del noventa,
los tres tiempos tienen representante:
pues Enrique Cadícamo se encuentra
siempre intacto entre el tango desafiante.

 
(Autor: Ariel Carrizo Pacheco)

 

ADIÓS A LA MUFA

(Tango, 1989)

I

 

Una historia como pocas

en la manga de esta vida,

me tocó vivir un día

para nunca más creer…

y al compás del pesimismo,

avanzando hacia la muerte,

también quise ser inerte

al igual que tu querer.

Pero al darme cuenta ´e todo

patinando sobre el lodo,

mi alma noble me salvó.

 

II

 

Es cierto que vos ya te vas,

andá nomás, no importa ya,

volvé mañana y has de ver

que he conquistado otro querer.

Quiero que sepas mi verdad:

¡ya no te aguanto nunca más!,

basta de tanta esclavitud,

pues me merezco gratitud.

 

III

 

Y al compás del optimismo,

sepultando al pesimismo,

disfruto más de la vida

junto a la filosofía

que el transcurso me enseñó,

que mi historia escarmentó.


Letra y Música:  Ariel Carrizo Pacheco



TU AMBICIÓN NOS SEPARÓ

(Tango)



La encontré por Barrio Norte,
simulando aristocracia,
y saltó como un resorte
mi risa, tras su falacia...

Cuando yo era poderoso
la arranqué de la carencia;
pude haber sido su esposo...
Me salvó la Providencia.

Junto a mí ni hacer alarde
de riquezas le aprobaba,
y al cruzarla, esta tarde,
vi los aires que se daba.

Engrupida y desalmada
por el frío del metal,
no se da por enterada
de que en todo hay un final.

Sigo sobrio aunque ande escaso,
no me gusta andar penando,
y ella ahogada en seda y raso
sin mesura va quedando...

Me dejó por un magnate
antes de que me fundiera
(su corazón sólo late
cerca de la billetera).

Rico no es quien tiene plata
sino quien bien la ha ganado.
Ella ni merece a gatas
la propina de un cortado.

Menos mal que no me ha visto
pudo haber trastabillado...
Yo, sorteando el imprevisto,
caminé más apurado.

¿Para qué salirle al paso?,
¿qué ganaba con pelearla?,
¿me desquitaría acaso?..
Lo mejor ya es ignorarla.


Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco



COSECHAS MUERTAS

(Tango)

 

 I


Después de haber vaciado de aromas a la tarde,

 me ocupo de adosarle al tiempo otro color;

 alguno que no exista afuera de mi adentro,

 que encierre los pigmentos de mi meditación…

 

Ya brotan de las nubes sus líquidos lamentos.

 Mis párpados abiertos no me permiten ver

 la lluvia que recorre mi interno sentimiento,

 lavando el rincón muerto donde mora mi fe.

 
II

De notas y de rimas

 molidas es el polvo

 que ahoga cada sorbo

 del aire al respirar…

 

Mi historia fue "labriega",

 rapsoda y peregrina…

 ¿Acaso a alguien le intriga

 mi ilusa humanidad?

 
II


Va a convocar la luna su séquito nocturno,

 las penas piden turnos de audiencia a mi dolor.

 Voy a dejar colgada mi vida en una estrella;

 angustias me degüellan sin consideración.

 

Que quede el testimonio de mis postreras huellas,

como una mustia queja por años de sufrir.

Mi error fue ser sensible en insensible huerta.

 Sólo cosechas muertas… apenas conseguí…



Letra y Música. Ariel Carrizo Pacheco


PARA VALIENTES

(Tango)

 

I

 

Es un error tu solución;

traerá problemas en crecida.

Eso está mal, pensalo bien,

te vas a complicar la vida.

Buscá el camino que te libre, nada más,

seguí adelante estando atento y vencerás,

o al menos no te caerás.

 

II

 

Vivir es cosa para valientes,

audaces a la hora de actuar

e inteligentes…

Vivir es algo para pensar,

no todo es sentimentalismo,

no hay que obviar lo racional,

porque si no vas a parar

a un pozo que te ahogue en la infelicidad.

Tratá de subsistir, tratá de progresar,

pero sin molestar a los demás.

 

II

 

Mirá muy bien antes de dar

impulso para nuevos pasos,

no vaya a ser que caigas, che,

a un precipicio hecho de ocasos.

Alrededor está al acecho la maldad,

no te descuides, si hasta es falsa la verdad

¡y rara vez verás piedad!

 

Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

 

 

BARRIALES AÑORANZAS

(Tango)

 

I

 

Barrio que en los años

fue forjando buena gente,

barrio hecho de calles,

casas bajas y corrientes

de vientos salobres,

de un vecindario que siente

esa pertenencia

que los une, simplemente.

Barrio solidario

del banco en la puerta,

de fiesta en la calle

cuando otro año empieza.

De chicos pasando

con sus bicicletas

o a los pelotazos

en tarde de siesta.

Barrio del humito

de asado en domingos,

de los ambulantes

que al pasar dan silbos.

De rejas abiertas,

jardines floridos,

en los fondos, huertas

y en los techos, nidos

de unas golondrinas

que cada año vuelven,

como los racimos

que en parrales penden

todos los veranos

que esparcen contentos

su oro en la barriada

humilde que hoy cuento,

y que ya es recuerdo

perdido en el tiempo…

 

I bis

 

Barrio de los charcos

escarchados en inviernos,

barrio de las tortas fritas

cuando hay aguaceros,

barrio de almacenes,

de modistas y de herreros…

¡Bichitos de luces:

cercanos luceros!

 

Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

 

REMANSO

(Tango)

 

I

 

Entra ya en su casa:

reja del jardín,

luego el porche, la puerta

que abre tras subir

unos tres peldaños

de pulida piedra,

ingresa a la sala

y la puerta cierra.

Su saco al perchero,

sus pasos a un hall,

una galería

y al final el sol

por los ventanales

que dan al jardín,

donde se encamina

canturreando así:

 

II

 

“Vengo de la jungla

áspera del centro

a mi barrio calmo,

mi remanso terso,

busco acá en mi parque

mi lugar dilecto,

bajo el pino añoso

que plantó mi abuelo,

y en sillón de hierro

siento mi descanso.

Mirando hacia el cielo

este día repaso

(con una cerveza

bien fría en la mano)

hasta que se esfume

la tarde en su ocaso.”

 

I bis

 

Desde muy temprano

comenzó el trajín;

estrés de oficina,

microcentro, en fin,

por donde se mire:

gente con apuro,

calor de verano,

el sol como un nudo

ahogando en desaires.

Hasta en su arrabal

brilla Buenos Aires;

hay algo especial

en su esencia franca.

Cumplido el jornal,

la casa es la meta

que invita a entonar:

 

II

 

“Vengo de la jungla

áspera del centro…”

 

Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

 

NO ALCANZA EL TIEMPO

(Tango)

 

I

 

De pronto se esfumó

la mañana y se hizo tarde

y luego anocheció

con agujas del reloj

que en veloz girar dio alarde.

Otro día que se va

de repente como si

las jornadas nos sobraran.

Esta vida es corta, al fin,

aunque llegar a los cien

sea suerte asegurada.

 

II

 

No se vacía nunca mi tintero,

por eso el fútil tiempo me es escaso.

Pendientes dejaré,

por más esmero

que ponga al concretar obras al paso.

Y es tanto lo que hice,

que ya no es nada

y un nuevo comenzar

mal no vendría

De cero y a empezar,

cual si lo hecho

apenas fuese esquela bosquejada.

Nuevas chispas, dará mi alma

a mis futuras miradas.

 

I bis

 

La luna iluminó

toda la noche flotando.

Más lento pareció

el tiempo entonces pasar

(engaña andar trasnochando

en silente oscuridad),

pero rápido es igual

más allá de sensaciones.

En breve parpadear

me podría transformar

en meras evocaciones.

 

Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

 

DRAMA ARTIFICIAL

(Tango)

 

I

 

Casi siempre te vi contento,

bien has disfrutado la vida

y ahora que sufrís tu herida

por un desamor, aflojás.

Decís que no vale la pena

seguir padeciendo tanto,

pero ¿qué sabés de quebrantos?

Hacés de una nube

un cruel temporal.

 

II

 

¿Vos sabés cuántos quisieran tu lugar,

 en un sillón Luis XV, puchereando

por un capricho tan sentimental

que no vale más que un gesto amargo?

¿Junás lo que es vivir sin almorzar,

dormir bajo algún puente en el invierno,

depender sólo de la caridad,

enfermo, impresentable?

¡Eso es un infierno!,

no tu drama artificial.

 

I bis

 

Rodeado de lujos y de arte,

viviendo de tus inversiones,

jamás pasaste privaciones,

ahorrás hasta sin laburar.

Decís que sos muy desdichado

por el fin de algo pasajero.

Dejá ese papel lastimero,

¡vos nunca supiste

lo que es estar mal!

 

Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

 

PRIMERA LLUVIA SIN TI

(Tango)

 I

A diez días nomás de tu partida

hacia la gran región desconocida,

las nubes desangrando grises penas

por grietas dolorosas de sus venas,

salpican la ciudad en son de duelo

porque tu ausencia ya secó la tierra,

las flores han perdido el colorido,

todo resulta ya más desabrido,

el aire a mis pulmones quema y cierra,

como insistiendo en esfumarme pronto…

Será sólo una queja este raconto

que dejo cual legado que hoy me entierra.

 

II

 

Vivir es la condena de tu ausencia,

todo el futuro para mí está trunco,

ya se ha quebrado el más flexible junco

no bien la muerte te aplicó sentencia.

No tiene más sentido que yo exista,

mis horizontes extravié de vista

y más aún ahora que llovizna

Quisiera ser más leve que una brizna

del último suspiro que me asista

en cuanto sea solo inexistencia.

 

Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

 

LA SOLEDAD

(Tango)

 

I

 

La soledad

se hizo costra en tus huesos.

La soledad

arrugó tu entrecejo,

dio palidez

a tu piel siempre fría,

es tu gran compañía,

resecó tu pellejo.

 

II

 

La soledad

es un eco en tu alma,

una línea en tu palma

separada del resto.

La soledad;

traje que llevás puesto

y será tu mortaja

en tu postrer momento.

La soledad,

enmohece tu nombre,

ya se hartó;

no te asombres

si de vos huye lejos.

 

II

 

La soledad

es tu ser, que ni al menos

soporta ya

sostenerte en su seno…

La soledad

es tu sombra y tu cuerpo,

es tu orfandad,

lo que en vos es más cierto.

 

Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

 

REFRESCAR LA SERIEDAD

(Tango)

 

I

 

Aún quedan detrás de tu tristeza

efluvios de un alegre frescor

que quiere darles brillo a tus malezas,

como un haz de luz multicolor.

Lo serio necesita de frescura

para no resecarse de amargor.

Darle sonrisas a su boca adusta

de vez en cuando es justa redención.

 

II

 

Entre lo intelectual

algo de estupidez

no viene nada mal,

refresca siempre bien,

cual lluvia en sembradíos

insolados de saber.

Suplir con el reír

las mañas de pensar

como quien busca al fin

este mundo arreglar.

Ilusa aspiración,

castillos de cristal

que caen con pedradas

de la cruel realidad.

¡No ignores nunca la felicidad!

 

I bis

 

Dirás que pensado eres dichoso,

entre un paraíso de papel.

No dudo de eso; te hablo de lo hermoso

que es reírse sin poderse contener.

Y eso no se consigue con teorías,

sino, más bien, con la espontaneidad

de una ridiculez que cada día

alivie tu expresión de seriedad.

 

Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

 

EL PESO DE LA NOCHE

 (Tango)

I

 

Mirá la luna que se desvanece

en brumas con aroma a profecías,

por las exhalaciones de la noche,

que es el sueño profundo con que el día

repara su cansancio por derroche

de laboriosidad en pos de avances

hacia un futuro que no cesa nunca.

Los calendarios venideros juntan

un número mayor a las estrellas.

Jornada tras jornada quedan huellas

de almas que en milenios se suceden

una tras otra y siempre se preguntan:

¿a dónde van los seres que se mueren?

 

II

 

Sentí el peso tremendo de este cosmos

posándose cual sombra en tu cabeza,

como si fuese nada su insondable

dominio de galácticas rarezas,

que son interrogantes incontables.

El aire está embriagado de silencios

y de rayitos lúgubres que duermen

en este Buenos Aires donde el germen

de la bohemia brota a toda hora.

Ves en mis ojos que tus ojos lloran

y tus labios sangrientos se remuerden.

Dejemos que el amanecer nos vea

ser humo al ver que el sol ya nos sorprende.

 

Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

 

ARQUEANDO TANGOS

(Tango)

 

Sumo ahora otro tango a la gran lista

que no puede leerse sin desgaste

por cansancio, de la más paciente vista.

Si creés que apenas hay diez mil, ¡te equivocaste!

Sólo Cadícamo hizo más de ochocientos.

Los registrados tangos son un porcentaje.

Yo mismo guardo en mis cajones cientos

que fui escribiendo como un sentido homenaje.

 

II

 

Hay más tangos que días en la vida

de un porteño de cuore centenario.

En atentos oídos que entren todos,

cual perfumadas brisas de los barrios.

 

III

 

Y que en las almas enraícen sus semillas,

y que sus tallos se alimenten con los brillos

de las miradas bajo estrellas y sencillos

rayos solares que, como ellos, no se apagan.

Toda la música y la gran literatura

podría bien sintetizarse en nuestro tango,

con su lirismo popular que llega a alturas

que bien quisieran alcanzar nobeles bardos.

Y con cadencias melodiosas que son llamas

que nunca queman, que fulguran e iluminan

igual o más que piezas de clásica fama,

porque lo simple e intrincado bien destilan.

 

A II, III y Fin

 

Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

 

 

BRISA DE TANGO

(Tango)

 

I

 

Cortinado que ahora baila con el viento

de mi ventanal con vista

a una calle concurrida de mi centro,

frente a un gran café de artistas

de donde proviene un tango compadrón;

pareciera que ahora bailan con el son,

ambos paños ondulantes.

Como danzantes,

siguen el ritmo retozón.

 

II

 

El aire

de Buenos Aires

es más que bueno

para que flote el donaire

de los sonidos de un fueye reo,

y mis pasos se encaminan al balcón,

dando un ocho que entrelaza al corazón,

escoltado por las telas

que en brisa vuelan

ciñendo al tango juguetón.

 

La calle me enseña luces,

coches y gente.

La noche porteña hoy tiene

luna creciente.

Cada nota que me llega,

me ensancha el alma

por la emoción.

 

I bis

 

Si otro ritmo el bar de enfrente me acercara,

ni me hubiese levantado

del sillón donde tranquilo descansaba,

mientras tomaba un cortado.

Sólo la brisa de tango da pasión

suficiente para echar un envión

danzarín hacia mis piernas

que han transitado

cientos de bailes de salón.

 

Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

 

 

EL ABASTO REVIVIÓ

(Tango)

 

I

 

El barrio del abasto en los ochenta

era un suburbio de aire fantasmal;

muy pocos bares de clientela lenta,

con pisos levantados, y al final

un mostrador mostrando decadencias,

algún cortado y agua mineral.

Las mesas desgastadas por los trucos,

los brazos de pesados y los tucos.

En la ventana, un viejo ve el mercado

gigante, vuelto ruinas y tapiado.

Las casas bajas de frentes marchitos,

el duende correteando de Carlitos…

Veredas que no llevan

al tiempo que ya queda

en una lejana dimensión.

 

II

 

Y en los noventa

ya floreciste,

yo fui testigo del empuje que tuviste:

fastuoso shopping, gran movimiento,

nuevos comercios…

¡Removieron tus cimientos!

Muchos turistas, el Chata Cuatro…

Que en Jean Jaurés el Museo del Morocho exista,

es prueba de su recuerdo grato,

como su estatua de melodiosa sonrisa.

 

I bis

 

Me veo caminando por tus calles

a fines del ochenta con papá,

que me enseñaba épicos detalles

de tiempos que no vuelven nunca más.

La ex fábrica textil duerme cerrada,

muy poca gente se consigue ver,

algún felino cruza la cortada,

en vez de un guapo de fiera mirada…

Hasta la luz reposa somnolienta

sobre el paisaje que en su fondo asienta

borrasca de los tangos, y el barullo

de un mar de almas, carros y ahora intuyo,

la magia de esos años

de cañas en estaños

y la presencia de Carlos Gardel…

 

Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

 

NO DESPRECIEN AL MUNDO

(Tango)

 

I

 

El mundo nunca fue una porquería,

por más malandras que haya en su historial.

Sagrado, irradia bella lozanía

dotada de la gracia natural.

¡Repudio el pesimismo impertinente

que busca nuestro espíritu amargar!

La inmensa mayoría es buena gente

y no hay quien me lo pueda refutar.

 

II

 

Lo malo es marginal error humano,

lo bueno siempre será lo central.

No nos mezclen como en un bolillero,

porque igualarnos no conseguirán.

Nunca será lo mismo ser honrado,

que un nada escrupuloso criminal.

No vengan con batracios de falacias

porque yo no me los voy a manyar.

Que un efecto del mal da más estruendo,

es cierto, pero es minoría cruel.

No tienen prensa las buenas noticias,

aunque siempre son más, pensalo bien.

 

I bis

 

 

Si dicen que cada juez probo iguala

a aquel que infringe la muy justa ley,

¿por qué de lo antagónico hacen gala,

por muestra: al igualar ratero y rey?

¡Lo que está bien jamás podrá ensuciarse,

por más que lo echen a un pozo de hollín!

De males nunca es bueno regodearse.

No pienso como vos, Discepolín.

 

Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

 

 

DESAPARECISTE

(Tango)

 

I

 

Desapareciste,

cubriéndome el sol,

desapareciste,

dejando dolor.

Desapareciste

para que ya no

sienta la belleza

mirando una flor.

Despareciste

porque sos cobarde

para hacerte cargo

de todo mi amor.

 

II

 

Como ya no te ven más los espejos,

se empañan cada tanto y me devuelven

mi rostro, ahora pálido y más viejo,

vaciada mi mirada ya de sueños.

Como estos pisos no sienten tus pasos,

se quiebran al penar y sus cimientos

destilan humedades, y es tormento

pasar con frente gacha y ojos muertos.

 

I bis

 

Desapareciste,

robando mi fe,

desapareciste

dejándome sed.

Desapareciste,

y allí donde estés

tendrás otra vida,

buscando tu bien…

Desapareciste,

y el mal de tu ausencia

será mi verdugo;

¿por qué?: no lo sé.

 

Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

 

HAY RITMO DE MILONGA

(Milonga)

 

I

 

Es la vida una milonga

que hay que bailar,

por más que no quieras

ni siquiera impulsar

breves pasos que te lleven

al divagar

por futuro impredecible

que hay que aceptar,

como todos aceptamos

la realidad,

aunque a veces pareciera

que no es verdad.

 

II

 

Hay ritmo

cuando respiras,

cuando hablas

o al parpadear.

Hay ritmo cuando caminas

y comiendo, al masticar.

Hay ritmo al mover un brazo,

al reírte o al suspirar,

en cada latir constante

de tu corazón vital,

cual sangre fluye milonga

¡porteña y universal!

 

I bis

 

Es la vida una milonga

que hay que bailar,

quieras o no quieras

no te vas a librar.

Preparate para giros

y un sacudón

que de pronto irrumpa fuerte

en tu emoción.

Si la pista es resbalosa,

prestá atención,

¡pero disfrutá este ritmo,

siempre entrador!

 

Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco 


CONTEMPLACIONES

(Tango)

 

I

 

La luna cae en el balde

con agua del aljibe

y en cuanto yo la beba,

encantos sentiré…

Plateadas resonancias,

imantada frescura

que dará pronta cura

a mi encendida sed.

 

Es noche silenciosa,

de fértil primavera,

la muerte está en espera;

hoy nadie morirá…

La vida prevalece

flanqueada por las flores

de múltiples colores

que bendiciones dan.

 

II

 

Un toldo de glicinas

en un rincón perfuma

las sombras desmayadas

de mi vital jardín.

¡El clima es tan amable!,

acá disfruto tanto

que no quiero partir…

sentado estoy, se sube

mi michi a mi regazo;

tranquilo se acurruca

y se pone a dormir…

Le alcanzo una sonrisa

al cielo y allí trazo

con mi mirada el poema

que mi alma siente fluir.

 

I bis

 

Pregunto a las estrellas

lo que hay detrás de ellas,

y en guiños me responden

que no lo podré creer,

entonces me imagino

que erráticas teorías

nos da la astronomía,

por su escaso saber.

 

Quizás los que partieron

conozcan los secretos

porque enseguida vieron

cuál es la realidad…

Mientras estemos vivos

jamás descubriremos

los sacros mecanismos

del plexo universal.

 

Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco


BÚSQUEDA

(Tango)

 

I

 

Vengo de un lugar

que ya está perdido,

voy hacia el después

que antes he vivido.

Se falseó el reloj

de mi vida extraña,

es mi alrededor

neblina que engaña.

Busco que una búsqueda

me encuentre,

que en la periferia

ya me centre,

pero es cruel quimera, nada más,

el futuro que ya dejo atrás.

 

II

 

Franca es la ironía

de mi soledad,

cauta es la osadía

de mi terquedad.

Voy por rumbo fuera

de común corriente,

bajo por alturas

que guardo en la mente.

Veo por los ojos sólo si los cierro,

hablo por la boca sólo si la muerdo…

Hay que darlo todo vuelta para estar

en el sitio oculto que quiero alcanzar.

 

I bis

 

Llevo en el talón

una marca errante,

aunque quieto esté

soy un caminante.

Me falsifiqué

en rotos espejos,

a mí me acerqué

cuando estuve lejos.

De mis melodías ya gotean

las palabras que quiero que lean

sólo los que miran de verdad;

hacia adentro de su realidad.

 

Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

 

MISTERIOS REVELADOS

(Tango)

I

El frío se derrite 
por la espalda de la noche,
los salmos de la tierra
dejan pálpitos etéreos,
mi diestra escribe más
que lo entendible, por derroche,
me inspiro desde el suelo
con propósitos aéreos.

II

Parece que no hay nada
más falible que el acierto
de hallar a los errores
para darles soluciones.
Tan sólo un inseguro
se guarece en cada experto...
un cúmulo de fallas
da respaldo a perfecciones.

I bis

¿Acaso en cada vida
pasa un lapso inesperado
en donde un pensamiento
nos revela los misterios?
Es bueno estar atentos
sin sentir que es alocado
el ver maternidades
en luctuosos cementerios.

Letra y Música:
 Ariel Carrizo Pacheco

 

TORMENTOSO

(Tango)

 

I

 

Cielo gris oscuro,

tormenta inminente;

tal como en mi pecho

y en mi alerta mente.

 

Son los refucilos

de recuerdos viejos

grietas doloridas

en turbios espejos.

 

II

 

Pasos que descienden

aunque escalen cuestas,

sumas de momentos

que resultan restas.

 

Busco algún silencio

que lo apague todo.

Se desangra un llanto

sobre pies de lodo.

 

I bis

 

Con fríos retazos

de una negra nube

haré la mortaja

de mi alma que sube…

 

Sube hacia el misterio

de lo inmensurable,

Ruge un aguacero

para que ya no hable.

 

Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

 


ÁRBOL DESAMORADO

(Tango)

 

I

 

Como una parva de hojas del otoño

(resequedades yertas, ¡ay!, despojos),

recuerdos del amor, así quedaron

por culpa de maléficos enojos.

 

Las ramas decaídas aún desprenden,

al paso de los vientos, costras muertas.

Este árbol que una vez sembramos juntos,

en mantener su holgura ya no acierta.

 

II

 

Las esperanzas frescas y vivencias

trocaron su verdor por ocres secos.

Incluso sus raíces se aflojaron

por llantos que en su tierra hicieron huecos.

 

Sus ramas no soportan más tormentas,

carentes ya de savia y quebradizas.

De ese salubre idilio que forjamos,

en poco tiempo quedará cenizas.

 

I bis

 

Ni aunque la primavera se adelante

con más vigor que nunca, lograría

hacer resucitarnos el follaje

de nuestra amartelada sinfonía.

 

Será mejor que pronto un rayo caiga

e incendie el frágil tronco que aún subsiste...

Y si esa ayuda el cielo nos retarda,

lo quemaré con la ira que encendiste.

 

Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

 


RESISTIENDO TRISTEZAS

 

(Tango)

I

 

Cual monedas de plata

arrojadas al fondo

más renuente del Sena,

por esa misma mano

que Verlaine serpenteaba

escribiendo poemas,

muy profundo se alojan

mis más líricas penas,

aguardando el rescate

del reflejo de un rayo

de la luna serena.

 

II

 

Humedades, angustias,

empañando los vidrios

de ventanas que observan

el fluir de la calle,

tan vital y fluctuante

como el mar en la arena.

Busco el faro que alumbre

el sentido perdido

de la sangre en mis venas,

para que me levante

y me sume ya al mundo

que, paciente, me espera.

 

I bis

 

Es que tanto he vivido

que el cansancio se marca

en las bases de mi alma.

Pero me queda resto

para cada proyecto

que se traduzca en calma

para el ansia en la fuente

que alimenta mi mente

hasta cuando entro en sueños.

Por esos incentivos

seguiré redivivo,

con mi pujante empeño.

 

Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco

 


TUS SUEÑOS DISECADOS

 

(Tango)

 

I

 

Me asomé al parque

de tu mirada,

vi su sequía;

plantas quemadas.

Tanto sol fuerte

cubrió tus ojos,

que ya la muerte

dejó despojos.

 

II

 

Todos tus sueños se disecaron,

nada producen tus frías manos.

Rodó tu vida por un desierto…

Te has calcinado buscando el puerto

donde recalan barcos que llevan,

por frescas aguas, hacia las mieles

de fértil tierra donde tus obras

broten con fuerza liberatoria.

 

I bis

 

Ya ni una huella

dejan tus pasos,

tus horizontes, de día y noche

trazan ocasos.

Eres fantoche

que ciego arrastra

sólo fracasos.



Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco



 SOY CADICAMIANO

 - 1993 -

Engarzado en las entrañas

de esta gran ciudad porteña

con sus tangos que se adueñan

de los tiempos y sus mañas,

don Enrique me acompaña

hasta el día en que me muera,

como el zurdo, que acelera

su compás de son tangueado,

cuando escucho emocionado

sus gotanes de primera.

 

Su poesía nos traslada

a los años más floridos,

rescatando del olvido

las imágenes pasadas

que retiene en la mirada

o que surgen de su ingenio,

para andar por un milenio

reflejando el brillo de antes

en los tangos cautivantes

que han nacido de su genio.

 

En las notas de sus temas

hay encantos muy profundos

que embellecen a este mundo;

y aunque a veces sus poemas

sean amargos emblemas

de los ayeres lejanos,

nos resultan ser cercanos

y al cantarlos nos provocan

un sabor dulce en la boca,

porque son cadicamianos.


Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco



 TRAVESÍA PORTEÑA

(Tango continuado)

 

 
 

El tren me dejó en Retiro,

comienzo del caminar

porteño y agradecido

por su hondo encanto visual.

Crucé en transversal la plaza

del general San Martín,

y así empalmé con Florida

(para la visión: festín).

Doblé luego por Lavalle,

los cines son pocos ya,

con rumbo hacia el obelisco;

meta de esta peatonal.

Frente al ex Renacimiento

ahora este sol me da

la fuerza que me permite

sin cansancio continuar.

Cruzando Nueve de Julio,

Corrientes me espera con

teatros y librerías,

cafés, restaurantes y

sus clásicas pizzerías...

de comercios, un sinfín

(solo nombro apenas muestras).

¡Las salas del San Martín!…

Doblando en Callao a diestra,

cruzando la Santa Fe:

la curva que me desvía

al este un poco otra vez.

Y cuando llego a Quintana

rumbeo hacia Plaza Alvear,

me tomo un café en La Biela,

a metros de la Pilar.

Hoy no voy al camposanto,

bajo hacia Libertador,

mi facultad de derecho

me grita: “¡Adiós, Doctor!”

E ingreso al gran Bellas Artes,

sus salas caricias dan

con obras emocionantes

difíciles de olvidar.

Ya salgo y miro hacia el lado

que reina el Palais de Glace,

pero decido ir tranquilo

hasta la islilta sin mar...

Y subo una escalinata,

parece que aquí es París.

La Biblioteca me espera,

pero hoy no he planeado ir.

Debajo de Mitre veo

la explanada de ATC,

canal que desde los cinco

frecuentaba con carnet.

Ya bajo por la barranca

flanqueando el gran muro inglés.

Libertador de regreso:

verdes parques por doquier…

Mis pasos van por Posadas,

los pisos de Ocampo y Bioy

cambiaron de moradores;

muy distinto es este hoy...

Doblando por Ayacucho

me encuentro el Hotel Alvear,

empalmo por su avenida

y cruzo otra vez Callao.

El tramo de los palacios

me escolta con vista ideal.

Plazoleta Pellegrini,

esquina de Libertad.

No iré para el Patio Bullrich;

¡Arroyo me aguarda ya!

El Jockey, las embajadas,

la Nueve de julio al fin.

Al sur veo al obelisco

que se asoma a despedir

mi nuevo desfile porque

bien sabe que le canté

desde chico con respeto

y un sentir tanguista y fiel.

Ya paso por ese hueco

que el odio dio a la ciudad,

enfrente la iglesia reza

y entro con gacha cabeza

al codo de la ex Mau Mau.

Artísticas galerías,

el glamour de un gran hotel,

la fuente al final refresca

mi mirada entre un vergel.

Estas cuadras casi afinan

como la voz de Gardel...

Para ver la Samotracia

cruzo al trote hasta Juncal

y la pendiente en dos cuadras

de ambiente muy especial,

me desemboca en Maipú.

Su calle sigue empedrada;

la bajo con gratitud.

Retumban seis campanadas

de la Torre inglesa que es

cual faro de terminales

muy dignísimas de ver.

Y enfilo, portando Sube,

al correspondiente andén,

de donde en cinco minutos

ya parte mi largo tren…

¡Buenos Aires, cada día

mucho más te hacés querer!




Letra y Música: Ariel Carrizo Pacheco


 

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